El grupo papelero finlandés UPM Raflatac ha anunciado la supresión de 86 puestos de trabajo en su única fábrica en nuestro país, situada en Polinyà (Barcelona) , antes de que acabe el presente año, lo que dejaría la plantilla de su filial UPM Raflatac Ibérica por debajo del centenar de trabajadores. Como referencia, antes del inicio de la crisis la compañía llegó a tener 230 empleados.
Cabe recordar que el grupo nórdico ya anunció el pasado verano el cierre de cuatro fábricas (en Suiza, Australia y Sudáfrica) y la reducción de la plantilla en las unidades productivas de España, Francia y Reino Unido.
El ERE en nuestro país afecta a la división de producción de etiquetas autoadhesivas, ya que está previsto que una parte del proceso de fabricación se traslade a la planta que el grupo posee en Nowa Wies (Polonia). De hecho, esta fábrica absorberá una inversión de 13 M€ para incrementar capacidad.
Con estas actuaciones, UPM pretende mejorar la productividad. En palabras de Tapio Kolunsarka, vicepresidente ejecutivo de UPM, "en los últimos años ha habido un aumento de la competencia en el mercado y por eso queremos centralizar la producción en Polonia, para poder seguir siendo competitivos en este segmento en el futuro".
De hecho, a los 86 despidos programados en España se sumarán otros 36 en Finlandia y, gracias a la reorganización prevista, el grupo finlandés espera ahorrar hasta 4 M€ en 2015 y más de 6 M en 2016, si bien los ajustes tendrán un coste de 8 M€.
UPM Raflatac tiene como objetivo aumentar su ebitda en 200 M€ en los próximos tres años. En 2013, el grupo incrementó sus beneficios en un 22,8%, hasta los 335 M, y obtuvo ingresos en torno a los 10.000 M€, con 21.000 trabajadores. Por su parte, Raflatac (división de etiquetas) obtuvo en el mismo año ventas de 1.200 M€, con 2.900 empleados en todo el mundo.
En nuestro país, además de UPM Raflatac Ibérica (44,12 M€ de facturación en 2012 y beneficio neto de 1,2 M€), opera con la filial comercial UPM-Kymenne (papeles y tableros de prensa).