Si la semana pasada el grupo papelero UPM Raflatac anunciaba su intención de despedir a 86 trabajadores en España, ahora toca el turno a Torraspapel (filial del grupo Lecta), que ha hecho público su plan de cerrar una de sus fábricas en Girona (ubicada en Sarriá del Ter), lo que afectaría a 132 trabajadores de la misma.
Torraspapel, que suma 1.797 trabajadores repartidos en cinco plantas (Sant Joan Les Fonts -también en Girona-, Zaragoza, Guipúzcoa, Almazán -Soria- y Motril -Granada-, estas tres últimas englobadas en su división de packaging), esgrime la necesidad de trasladar la actividad a otras plantas del grupo, a causa de los elevados costes de producción y transporte del centro gerundense.
A ello se añade la difícil situación del negocio del papel, la caída de la demanda y las negativas consecuencias para la competitividad de las empresas de las reformas en materia energética y eléctrica puestas en marcha por el gobierno español, que ya llevaron al grupo Torraspapel hace unos meses ha anunciar (junto a otros grupos papeleros) la "revisión" de su estrategia inversora en nuestro país.
No obstante, la empresa ha señalado que la decisión de cerrar la planta gerundense "no es firme", ya que se ha abierto un proceso de diálogo con los agentes sociales, que durará aproximadamente 20 días. Por su parte, el comité de empresa, de CCOO, ha manifestado su "oposición frontal" y la convocatoria de movilizaciones en contra de una decisión que califica de "desproporcionada".
En total, en 2013 el grupo facturó 757 M€ (-2,5%) y ha registrado pérdidas por valor de 98 M€ entre sus dos últimos ejercicios, mientras que, en cambio, su negocio de papeles y etiquetas con aplicaciones para envase y embalaje flexible experimentó un avance del 9,5%, hasta los 161 M€ de volumen de negocio (122 M procedente de las exportaciones, que crecieron casi un 10%), por la comercialización de 102.400 t (+11%). su negocio de papeles y etiquetas con aplicaciones para envase y embalaje flexible experimentó un avance del 9,5%,