DS Smith ha publicado un estudio que determina que cada año se podrían sustituir 1,5 Mt de plástico en cinco zonas de los supermercados europeos. Su informe, 'Transforming the Supermarket Aisle' (Cómo transformar los lineales del supermercado) se ha realizado en colaboración con White Space, la consultoría líder en estrategias de crecimiento. En el informe se identifican los embalajes plásticos, como las cestas de los alimentos frescos y embalajes termorretráctiles, que los supermercados pueden sustituir por otros materiales alternativos y renovables. Las cinco categorías identificadas representan más de 70.000 M ud. individuales de plástico (más de 1,5 Mt) al año y la empresa las ha convertido en un objetivo que quiere reducir y sustituir por alternativas.
Miles Roberts, consejero delegado de DS Smith, ha señalado que “es obvio que todos tenemos una ingente tarea por delante, pero en los estudios realizados ya podemos ver algunas posibles respuestas. Nuestras investigaciones demuestran que unos sencillos cambios en los materiales empleados podrían suponer una gran diferencia para los minoristas, y conseguirían reducir el uso de plástico en millones de toneladas a lo largo de los próximos diez años. Aunque no existe una panacea, sabemos que los envases con base de fibra sostenible serán muy importantes en este proceso, y resultan tan interesantes para nuestros clientes como para los consumidores”.
El papel y el cartón tienen una tasa de reciclaje del 85 % en Europa, según datos de Eurostat, y aportan beneficios adicionales a las marcas, como la posibilidad de personalizarlos e imprimirlos digitalmente. DS Smith ha identificado como ámbitos de la venta minorista donde hay margen para la innovación o la sustitución las bandejas plásticas de expositores (a menudo no se ven, porque los compradores no se las llevan a casa, pero tienen alternativas de fibra y podrían retirarse de los lineales), cestas de alimentos frescos (existe una oportunidad muy palpable de sustituirlas), embalajes termorretráctiles (casi todos los refrescos se envuelven en plásticos termorretráctiles en algún momento de su vida, y existen soluciones de última generación basadas en cartones ondulados y adhesivos), platos preparados (en esta categoría, las necesidades de envasado son más complejas, pero también se están introduciendo alternativas de cartón ondulado), y carnes, pescados y quesos (donde hay una oportunidad significativa para la innovación y sustitución, con alternativas basadas en fibra muy bien posicionadas).
Entre los consumidores europeos, los índices de aceptación del cartón son muy elevados (55%) en relación con los plásticos (7%) y poliestireno (1%), según datos manejados por la Confederación de la industria del papel. Al mismo tiempo, el 85% de los consumidores europeos están dispuestos a pagar un 12% más por productos envasados de forma sostenible y solo un tercio, el 36%, creen que las marcas y los minoristas están haciendo esfuerzos suficientes para incorporar embalajes más sostenibles, según el Estudio de la percepción del embalaje del consumidor europeo, realizado por Procarton en octubre de 2018.
Miles Roberts ha añadido que “la oportunidad de sustituirlos es solo la punta del iceberg, sobre todo si consideramos otros sectores, como el comercio electrónico o la industria. Tenemos que seguir trabajando, pero hoy estamos dando un primer paso, al haber identificado una oportunidad significativa dentro del sector minorista. Estamos deseando colaborar con nuestros clientes para responder a esta oportunidad».
Los 1,5 Mt identificadas es parte de un total de 20 M de embalajes plásticos que se producen en Europa cada año para los sectores minoristas, de productos de consumo y comercio electrónico, según datos de PlasticsEurope correspondientes a 2018. Aunque la industria está respondiendo con innovaciones en los embalajes y rediseños que utilizan sobre todo materiales reciclables, la industria y el gobierno son partes interesadas muy importantes para el futuro.
El informe encargado por DS Smith calcula que el mercado total para sustituir estos artículos tiene un valor aproximado de 5.700 M de libras esterlinas al año (unos 6.440 M€). La categoría de cestas de alimentos frescos, por sí sola, tiene un valor potencial de más de 2.000 M de libras (2.260 M€) al año para la industria de la fibra.
Además de la colaboración con la industria, DS Smith pide a los gobiernos que hagan un esfuerzo mayor. En el Reino Unido, por ejemplo, se están elaborando distintas piezas de legislación clave que afectarán al sector. Cuando se implementen, iniciativas como un impuesto sobre los plásticos, las reformas relativas a una mayor responsabilidad de los productores, políticas de recogida y la introducción de un sistema de depósito y reembolso podrían dar lugar a una mayor rotación de los embalajes y fomentar la innovación.
En septiembre, DS Smith va a organizar un Grupo de expertos en innovación en Bruselas para respaldar sus esfuerzos de abordar el reto de la sustitución de los plásticos e invita a los líderes de la industria y a aquellos de sus clientes que quieran colaborar que manifiesten su interés.