¿Cómo reacciona el sector de maquinaria de envasado ante un cambio en la demanda?

Tras años de crecimiento sostenido gracias a un demanda empujada por una recuperación contenida pero paulatina del consumo, el sector de maquinaria de envasado parece afrontar ahora un periodo de ralentización, que no de crisis, que ha obligado a la industria a estar más pendiente de las necesidades de sus clientes para adaptarse lo más rápidamente. Las estrategias planteadas, de las que nos hacemos eco con más profundidad en el último informe sobre maquinaria de envasado elaborado por Alimarket Envase, se solapan en la mayor parte de los casos.

* Bienvenida Industria 4.0: como se ha explicado en los distintos informes que Alimarket ha realizado sobre Industria 4.0 durante este año, el proceso de implantación está siendo más rápido de lo esperado, aunque no lineal. Por ahora, son los grandes operadores de gran consumo los que están llevando la delantera en este sentido y los que más rápidamente están aceptando esta nueva tecnología. Queda ahora convencer a los medianos, una tarea por ahora difícil si se tiene en cuenta que los consumidores no terminan de mantener un comportamiento muy regular que despeje incertidumbres y anime a dar el paso a este perfil. Lo que si es cierto es que el tema genera interés, aunque sigue existiendo una gran desinformación y no está claro para muchas compañías cuáles son las ventajas de este nuevo modelo. Los perfiles de empresas interesadas oscilan entre los que no quieren saber nada de esta tecnología hasta los que están dispuestos a incorporar a sus fábricas los preceptos más avanzados, incluso cuando resultan inadecuados para su actividad. El aspecto que más llama la atención para los potenciales clientes tiene que ver con el mantenimiento predictivo de la maquinaria y la capacidad para prevenir fallos y paros indeseados.

* Diversificar es de nuevo el camino: el sector de maquinaria de envasado parece estar dominado por un repetitivo ciclo en el cual las empresas que lo forman pasan por una fase de expansión de su actividad hacia nuevos nichos productivos para a continuación volver a su core business. Ahora mismo nos encontramos en la primera etapa, precisamente por rapidez en la que se está produciendo la implantación de la industria 4.0. La base de esta industria se basa en la interconectividad dentro de la fábrica creando redes inteligentes que vinculen cada máquina que interviene en el proceso productivo. Las empresas más volcadas con este modelo tienen por tanto dos formas de trabajar: integrando equipos de distintas marcas o prestando soluciones completas en las que la comunicación entre líneas sea desde el origen. En esta estrategia se han movido operaciones como la que involucró hace ahora un año a la española FL Tècnics, la compra de la alemana Fritsch por parte del grupo Multivac, o la reciente integración de Mespack SRI dentro de su matriz están detrás de esta estrategia que lo que busca es mejorar la eficiencia de los protagonistas como proveedores únicos del cliente.

* Ganar tamaño como sea: y es que, visto que el negocio se está volviendo cada vez más global gracias a fenómenos como la industria 4.0, resulta cada vez más difícil mantenerse en posiciones de liderazgo sin ser absorbidos por grupos multinacionales. A finales de la pasada década de los diez principales grupos del sector (incluyendo la maquinaria en general y la destinada al sector de conservas) contabilizados por Alimarket Envase, ocho eran de capital nacional. Hoy, la cifra se ha reducido a cuatro. Este cambio es el resultado tanto de los avances tecnológicos (que ha provocado la atracción de distintos grupos internacionales por los desarrollos españoles) como de la necesidad de competir en un mercado que ya tiene un tamaño global y que requiere de una red igual de potente para poder llegar a todos los rincones. Todos buscan fórmulas para crecer vía asociaciones, refuerzos en su capital o, directamente, compras. En este último periodo ha habido ejemplos tanto a nivel nacional, como movimientos como las compras efectuadas por Bossar, o el refuerzo en el capital de Grupalia; como internacional, como la reorganización del grupo Ima o la venta de Bosch Packaging. En su conjunto se busca siempre lo mismo: fortalecerse para competir mejor.

* ¿A dónde ir ahora?: porque la realidad es que ya pocas empresas piensan únicamente en el mercado local a la hora de desarrollar su acción comercial, una constante desde hace varios años gracias a la actuación de los grandes líderes del sector que ha sabido también seguir la clase media. Según Alimarket Envase, el pasado año las exportaciones volvieron a crecer, algo que no ha dejado de ocurrir ni en los peores años de la crisis económica, a un ratio cercano al 10% superando los 620 M€ (cifras totales, sin desglosar qué parte corresponde por estos negocios). El entorno ahora, en plena guerra comercial entre bloques y con una demanda más débil en los países de la Unión Europea, hace pensar que la marcha no será tan positiva a corto plazo salvo que se busquen nuevos caladeros. En ello están gran parte de las compañías del sector ahora mismo, con mercados que vuelven a ser interesantes como el Norte de África o Latinoamérica. Aunque las misiones comerciales siguen siendo la opción preferida por todo el sector, la realidad es que contar con una estructura más permanente fuera de nuestras fronteras es la opción más segura para convertir ventas puntuales en fuentes regulares de ingresos. A mediados de este año, el grupo Coalza pasó a manos de un grupo inversor que puso el foco precisamente en el crecimiento internacional de la compañía. Otra firma embarcada en un proyecto de largo recorrido, Daumar, puso por fin en marcha su primera fábrica fuera de nuestras fronteras y compañías con una amplia experiencia al respecto como Ulma Packaging también han abierto nuevas oficinas en los últimos meses. La progresión en este sentido se mantendrá a medio plazo.

* Sostenibilidad como marca: resulta inevitable mencionar la palabra que ha marcado a la industria del packaging durante 2019: sostenibilidad. La industria de la maquinaria también ha sabido responder a una nueva sensibilidad medioambiental que va desde consumidores hasta instituciones y que está forzando cambios muy acelerados a todos los niveles, desde equipos con un menor consumo energético, hasta soluciones que empleen un menor volumen de materiales plásticos o que directamente opten por embalajes compostables. Gran parte, por no decir todos, los lanzamientos vistos este año han girado en torno al impacto medioambiental, con ejemplos destacados como los de GEA Food, Sealpac, Sealed Air, Goglio o Pampols. El positivo resultado que han cosechado en el mercado hace pensar que la I+D, que ha visto reducidas su cifras de una manera un tanto drástica en estos dos últimos años años, tendrá como prioridad no sólo que el equipo adquiera nuevas funcionalidades sino que mejore su huella ambiental.