El grupo Miquel y Costas & Miquel (MCM) ha presentado los resultados alcanzados en el ejercicio 2021, que define como “excelentes”, pero no baja la guardia ante una coyuntura que plantea un “escenario muy distinto y complejo a lo largo del 2022, con una volatilidad especialmente significativa”. La escalada imparable de los precios energéticos y la guerra en Ucrania presentan una situación incierta que no permite realizar previsiones sobre la evolución del negocio de la compañía en el ejercicio en curso, si bien el grupo afirma que “el desarrollo del ejercicio y sus resultados deberán permitir iniciar un nuevo ciclo de crecimiento, con el que sigue comprometido”.
La cifra de negocio consolidada alcanzada por MCM en 2021 asciende a 301,3 M€, lo que supone un crecimiento del 9,9% respecto al año anterior. Por líneas de negocio, la Industria del Tabaco ha incrementado sus ventas un 5%, hasta los 185,4 M€ (el 61,5% de la facturación total del grupo), principalmente por una mejora de volúmenes y del mix de productos; mientras que la línea de Productos Industriales (31% de los ingresos) alcanzó los 93,3 M€ (+17%), por el buen comportamiento de la demanda en papeles especiales, productos principalmente ofrecidos por las filiales Terranova y MB; y la tercera pata de su negocio, enclavada bajo el epígrafe de “otros”, ha concluido con 22,5 M€ de ingresos (+24,5%).
Los resultados de MCM para el total de 2021 dejan un ebitda de 84,1 M€ (+10,1%) y un resultado neto de 50,79 M€ (un 13,2% más que en 2020), mientras que el resultado de explotación, de 66,5 M€, presenta un alza del 14% con respecto al cierre de 2020. Precisamente en su Memoria, el grupo MCM ha querido resaltar la positiva evolución de este último “a pesar de la significativa incidencia en el segundo semestre de los altos niveles de precios de la pasta y los elevados incrementos del precio de la energía, los cuales presentan una clara tendencia alcista y continuarán incidiendo con fuerza en los resultados del ejercicio 2022”.
Y es que precisamente el grupo establece como uno de sus principales riesgos la alta demanda de fuentes energéticas derivadas de su actividad, “principalmente de electricidad y gas, afectado por la volatilidad de los precios de estos productos”. De hecho, con el objetivo de reducir el impacto de esta circunstancia, MCM está destinando “una parte significativa de sus inversiones a tecnologías que permitan mejorar los rendimientos productivos y con ello a reducir el consumo y a instalaciones que minoren la dependencia energética externa, además de procurar una gestión eficaz del suministro de dichos recursos”.
En este sentido, el grupo ha realizado durante 2021 diversas actuaciones relacionadas con el “uso responsable de los recursos naturales”, el ahorro y optimización del consumo de energía y agua y la reducción de residuos, conceptos a los que ha destinado un montante de 11,8 M€.
Además, con el objetivo de dotarse de “la flexibilidad y liquidez necesaria ante la difícil predictibilidad de los eventos vinculados al Covid-19” y también ahora por la crisis mundial desatada por la guerra en Ucrania, MCM ha estado trabajando en la reestructuración de una parte de su deuda con entidades de crédito “aumentando su vida media y obteniendo condiciones más favorables” y al cierre del año su “posición financiera neta presenta un saldo deudor de 61,4 M€, superior a la del cierre del ejercicio anterior en 18,1 M”.