'Lanjarón', marca de Aguas Danone, ha anunciado la transformación de todo su portfolio a 100% rPET, un hito que supone evitar la emisión de 7.877 t de dióxido de carbono y un ahorro anual de 5.000 t de plástico virgen. Este es un nuevo paso para cumplir con el objetivo de la enseña de ser neutra en emisiones de carbono para el año 2025.
“Queremos ser parte de la solución ante la lucha contra el cambio climático. Estamos alcanzando nuestro objetivo de ser una compañía neutra en emisiones de carbono, un compromiso y transición que tenemos previsto lograr en Aguas Danone el 2025, con el propósito de reducir nuestra huella de carbono y el impacto que generamos en el medio ambiente. Nos sentimos orgullosos de anunciar que damos este gran paso de la mano de Lanjarón, una de las marcas más icónicas de nuestro negocio de aguas. Trabajamos para avanzar hacia una economía circular desde que integramos rPET por primera vez hace más de 10 años. Además, innovamos de manera constante para poder ofrecer productos de calidad de una forma cada vez más sostenible y respetuosa con el entorno”, ha señalado Alexandra Montañes, directora de marketing de Aguas Danone.
Este nuevo anuncio se alinea con la apuesta de Danone, según explican desde la compañía, de crear un mercado secundario de rPET en cantidad y calidad, que acelere la transición hacia el uso de rPET y se pueda integrar en todos los productos. En este sentido, la compañía da un paso en pro a la circularidad en su proceso productivo, para que sus residuos no lleguen al vertedero y puedan volver a ser insertados en la cadena productiva.
“Somos conscientes del gran impacto que tiene la industria en el medio ambiente y, por eso, nos comprometemos firmemente en ser una marca neutra en emisiones de CO2. Desde Lanjarón queremos liderar este cambio y llevamos años trabajando de manera constante y volcando nuestros esfuerzos en reducir y compensar todas nuestras emisiones de CO2 para 2025”, ha explicado Patricia Sánchez, gerente de marca de Lanjarón.
Lanjarón va a acompañar la transformación de su portfolio con el lanzamiento de una nueva botella para el formato de 1,5 l que es totalmente reciclable y transparente, hecha con 100% rPET, con el tapón integrado y sin la banda de la etiqueta de vinilo. La marca quiere evitar la producción anual de 250 kg de plástico virgen, consiguiendo un ahorro de 600 kg de CO2 en sus emisiones anuales.
El nuevo modelo de envase ambiciona facilitar el reciclaje al consumidor ya que prescinde de la etiqueta, elemento básico para la información que recibe el usuario y la identidad de la marca de las botellas, pero que dificulta la gestión del residuo. Asimismo, el hecho de que el tapón y botella estén unidos de manera indivisible asegura el reciclaje de ambos elementos.
La compañía explica que la creación del nuevo envase ha supuesto un reto a nivel de I+D y que ha trabajado no solamente para conseguir una botella estética, sino también para la integración de toda la información que antes se presentaba en la etiqueta (como el aporte mineral, la fecha de consumo preferente o el manantial del cual procede el agua).