En la sesión plenaria celebrada el pasado 14 de noviembre, el Parlamento Europeo votó a favor de adoptar algunas de las modificaciones del Reglamento de la UE sobre Deforestación (EUDR) y retrasar la fecha de aplicación de la ley un año hasta finales de 2025. El proceso legislativo pasa ahora a una siguiente fase de diálogo tripartito (Parlamento, Comisión y Consejo) con la esperanza de que la decisión definitiva sobre su posible aplazamiento se tome a finales de año.
La medida se toma para aplacar la avalancha de criticas recibidas desde los países integrantes de la Unión, terceros estados y sectores industriales afectados. El objetivo de esta medida es ganar tiempo para que operadores de todo el mundo puedan implementar la futura norma de la manera más favorable posible. El Pleno votó sobre el tema con 371 votos a favor y 240 en contra del aplazamiento al tiempo que se aprobó el texto que ha llegado al Parlamento incluidas algunas modificaciones de última hora.
Entre las medidas incorporadas se ha incluido una nueva categoría denominada “sin riesgo” para aquellos países que tiene un desarrollo creciente de zonas forestales, los cuales se enfrentarán a requisitos más laxos para facilitar la entrada de sus productos en las fronteras de la Unión. En principio, el 30 de junio de 2025 deberían de estar definidos los sistemas de evaluación para que un país entre en una de las cuatro categorías que definirán a cada uno de los países potencialmente exportadores (la mencionada de “sin riesgo”, más “bajo”, “estándar” y “alto”).
Como se ha indicado, el proceso pasa ahora a un diálogo tripartito, en el que la Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo trabajarán para encontrar un compromiso entre la propuesta original aprobada por la Comisión y el Consejo y la versión modificada adoptada por el Parlamento Europeo. Aunque el tiempo se agota, tanto el Consejo como la Comisión han afirmado que era posible organizar y negociar la ley final en poco tiempo. Quedan dos sesiones plenarias más antes del 30 de diciembre de 2024 y la entrada en vigor del EUDR, durante las cuales podría adoptarse un texto intermedio que nazca del diálogo tripartito.
Si los Estados miembros de la UE aceptan la prórroga acordada en el Parlamento Europeo, los grandes operadores y comerciantes tendrán que cumplir con el reglamento EUDR a partir de finales del año próximo, mientras que las pequeñas y microempresas tendrán tiempo hasta mediados de 2026.
El EUDR fue diseñado para luchar contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad impidiendo a los productores e importadores comercializar y vender productos como pulpa, papel, madera, aceite de palma, caucho, café, soja, chocolate o cuero en la UE si estaban vinculados a la destrucción y degradación de los bosques o contribuían a ello, un concepto que ha generado una gran polémica dentro y fuera del espacio común dada la dificultad que existe para lograr encontrar una explotación forestal que no tenga un impacto medioambiental (sea mayor o menor) o las dificultades que suponen la extensión de la responsabilidad a este respecto a empresas que no realizan esta actividad pero trabajan con productos intermedios (como la industria del papel y cartón).
La opción e retrasar la entrada en vigor de este reglamento llevaba sobre la mesa desde principios del otoño y había sido recibido de manera entusiasta por grandes asociaciones vinculadas al mundo del papel y cartón. La presidenta y directora ejecutiva de la Asociación Estadounidense de Bosques y Papel, Heidi Brock, expresó hace unos meses su “agradecimiento por responder a los funcionarios del gobierno de los EE UU y a los numerosos socios de todo el mundo que han expresado sus inquietudes sobre los complejos requisitos y las importantes barreras técnicas del EUDR. La orientación adicional y la extensión de la fecha límite de implementación de hoy brindan a industrias como la nuestra más tiempo para participar en soluciones viables que eviten interrupciones en el comercio”.
Previamente, en verano de este año, varias sectoriales europeas, incluyendo Pro Carton hicieron público un texto alertando de los peligros de una aplicación precipitada de la ley: “Es probable que la falta de herramientas y la insuficiencia de tiempo causen graves perturbaciones en los mercados de la UE y del mundo. Esto afectará a la posición competitiva de los productores primarios europeos y de las industrias derivadas y debilitará la seguridad del suministro, lo que provocará una presión inflacionaria adicional para los bienes de consumo, como resultado de la pérdida de acceso al mercado de las cadenas de suministro esenciales de alimentos, piensos y bosques de la UE."
"Desde hace muchos meses, los operadores y comerciantes que trabajan en la implementación del EUDR han instado a la Comisión Europea y a los Estados miembros a asignar los recursos adecuados, acelerar la preparación, desarrollar soluciones viables y proporcionar las aclaraciones necesarias, tanto sobre los requisitos generales del Reglamento como sobre los problemas específicos de los productos básicos. Todos los actores de la cadena de suministro necesitan recibir dichas aclaraciones para ajustar sus prácticas de conformidad con el Reglamento, y esto no puede hacerse en pocas semanas o meses”.