Además de los contemplados en los cuadros del presente reportaje, se han producido otros movimientos durante 2011 que no pueden ser considerados como compra-venta de activos hoteleros, en sentido estricto. El mayor grueso de estos descartes corresponden a las operaciones vinculadas al “especialista en la gestión de empresas en riesgo” Ángel de Cabo, que ya en 2010 había asumido el control de los consejos de administración de las sociedades titulares de los activos de la cadena hotelera del grupo Marsans, Hotetur, con nueve establecimientos en España, actualmente gestionados por el grupo Blue Bay Hotels. El prolífico Ángel de Cabo, cabeza visible de Posibilitumm Business, continuó extendiendo sus redes en el negocio hotelero a lo largo de 2011. De una parte, con la adquisición formal, en esta ocasión mediante la limitada Back In Business, de las 75 sociedades de la fallida Nueva Rumasa, incluida su división hotelera, Hotasa, que contaba con 15 establecimientos en España. De ellos, actualmente, seis están bajo management de la cadena balear Blue Sea Hotels & Resorts y uno es operado por Best Hotels, estando los nueve restantes explotados como independientes, todavía bajo administración judicial. Por otra, el mismo grupo empresarial también se hizo con las riendas de los consejos de administración de las tres sociedades propietarias de los inmuebles de la cadena gallega GH Hoteles -Orense, Santiago y Lugo-, del también fallido grupo Martínez Núñez. De hecho, las redes del entramado de Ángel de Cabo se habría extendido a otros activos hoteleros que no estaban identificados con los mencionados grupos en crisis, como por ejemplo el independiente ‘Aragón Hills’, actualmente en búsqueda activa de nuevos propietarios.
Precisamente, H10 Hotels, que a la postre ha sido uno de los grandes compradores del pasado año, recuperó a comienzos de 2011 la propiedad de dos establecimientos en la isla canaria de la La Palma, ante el incumplimiento de las condiciones de pago por parte de Hotasa, a la que se los había traspasado en 2009. Dicho rescate no se ha incluido entre las operaciones de este reportaje, del mismo modo que tampoco el logrado por la mallorquina Marina Hotels que, tras un litigio judicial, recuperó la propiedad de cinco inmuebles que en 2009 habían pasado bajo control de Rosu Hoteles. Por distinto motivo, tampoco se ha incluido el intercambio de acciones por activos que supuso la escisión de dos establecimientos vacacionales de Beatriz Hoteles en favor de la nueva Hoteles Beatriz IPV, tras la salida de Ignacio Pérez Rodríguez del grupo familiar toledano.
El año pasado también se materializaron un puñado de operaciones corporativas que, en algunos casos, han supuesto también el trasvase del porcentaje correspondiente en la propiedad de los establecimientos operados directamente por las respectivas cadenas hoteleras. En concreto, durante el pasado año se produjo la venta por parte del empresario David Caramés del 45% de Oca Hotels a la holding Rodonita; la compra por las compañías Nortalia Center y Vintage Mundial de la mayoría de Summa Hoteles; la toma del control del grupo hotelero Playa Sol por la gestora de fondos Hiperión Capital y, por último, la adquisición del 70% de la mencionada Blue Sea Hotels por parte del grupo galo Madame Vacances. Por ejemplo, en este último caso, Blue Sea opera en propiedad dos establecimientos en España, el ‘Don Jaime’ y ‘La Pinta’ (además de un tercero en Perú, el ‘Cuzco’), que se han incluido en la operación rubricada por Madame Vacances.
En cambio, la desvinculación accionarial de Thomas Cook de Iberostar se producirá de forma separada. Por una parte, el grupo alemán vendió a la familia Fluxá su participación del 40% en la gestora de la cadena, Hispano Alemana de Management Hotelero, y, por otra, el touroperador cederá la propiedad de cinco hoteles mallorquines y gaditanos a un grupo de inversión liderado por Iberostar, que ya gestionaba los establecimientos. Esta operación, aunque señalizada en un montante de 94 M€ a finales de 2011, estaba previsto completarse durante el primer trimestre de este año, por lo que tampoco se ha incluido en los cálculos de este reportaje para el ejercicio pasado.
Mejor fuera que dentro
Tampoco se han contemplado las operaciones efectuadas por los grupos hoteleros nacionales en el extranjero, por ser el ámbito del estudio el mercado transaccional en España. No obstante, para los grandes grupos ha sido en muchas ocasiones más fácil la desinversión en el exterior que en nuestro país. Como señala Philip Bacon (HVS), “mientras que muchos inversores muestran su preferencia por activos hoteleros en ubicaciones más establecidas como Londres o París, Madrid y Barcelona sólo se posicionan en segundo lugar”. De hecho, en el carrusel de rotación de activos destinado a reducir deuda de los grandes operadores nacionales destacan un puñado de desinversiones en las grandes ciudades europeas. Por ejemplo, tan solo la mencionada capital británica vivió en 2011 las sucesivas ventas del ‘Hesperia London Victoria’, por parte de Grupo Inversor Hesperia, y del 60% del futuro ‘ME London’, por Meliá, como ya había hecho Abba Hoteles con su establecimiento ‘Queen’s Gate’ en el año 2010. Y en buena lógica, no son pocos los especialistas que aconsejan a los propios operadores españoles mirar fuera de nuestras fronteras. Para Juan Sanchiz, director general de Starsfour, “en España lo mejor es deshacerse de los activos menos rentables para quedarse como grupo de gestión...y para comprar, lo mejor irse a Brasil, Perú, Buenos Aires, EE UU, Londres, París, Roma, etc.”