Inmersos en un momento histórico que implicará cambios en el modo de viajar, consumir, relacionarnos, etc., el mercado de la hotelería de lujo podría enfrentarse a este nuevo paradigma con mejores herramientas que otras gamas, principalmente respaldado por el prestigio de las marcas, sus instalaciones muy enfocadas en la privacidad y el nivel adquisitivo de su clientela. No obstante, la incertidumbre planea sobre un sector que además de sus elevadas tarifas, depende en gran medida del turismo internacional, cuyo horizonte de llegada es aún lejano. El sector, liderado por Marriott y su catálogo de sellos exclusivos, no ha dejado de crecer gracias al reposicionamiento de la planta, impulsado en muchos casos por vehículos inversores volcados en el mercado hotelero premium, que tiene en desarrollo 7.500 unidades más.