En lo que respecta al sector de los helados, el canal extradoméstico ha venido marcado durante los últimos años por una merma importantísima del canal impulso y muy considerable en restauración. Hasta ahora, el equilibrio en la balanza lo venía poniendo la distribución alimentaria moderna. Sin embargo, en 2012 las ventas en supermercados e hipermercados ya daban muestras de decaimiento y los malos presagios acabaron por hacerse realidad el pasado año, con una evolución negativa en volumen (-3,1%) y valor (-2,6%). Inicialmente, lo lógico sería pensar que el estrechamiento en la cesta de la compra motivado por el difícil contexto económico ha pesado sobre un producto “prescindible” o catalogado principalmente por el consumidor como de placer o no básico. No obstante, la mayoría de las fuentes consultadas han coincidido en afirmar que la caída no se ha debido a la situación económica y sí fundamentalmente a una climatología “rara” durante 2013, especialmente en los meses de mayo y junio, en los que el descenso fue tan acusado que no pudo recuperarse en los meses posteriores. El mercado cuantificado por Alimarket está dominado por una veintena de fabricantes, que en 2013 obtuvieron unas ventas de unos 875 M€ (sin incluir la facturación de las cadenas de heladerías) por la comercialización de alrededor de 315 Ml de helado. Ambas magnitudes caen por segundo año consecutivo: mientras los ingresos lo hacen un 3,4%, el descenso en volumen queda en el 1%, frente a las bajadas del 1,8% y 0,2%, respectivamente, de 2012. Hay que tener en cuenta que estas cifras incluyen partidas que se comercializan en mercados exteriores y algunas -pocas- duplicidades (Grupo Farga, por ejemplo, elabora parte del volumen de Unilever).

Con impulso y hostelería muy deteriorados en este mercado -aunque con un mayor optimismo de cara a 2014- y alimentación, siendo permisivos, “estable”, la patata caliente llega ahora al canal especializado o heladerías, que durante los dos últimos años ha vivido un auténtico boom, impulsado por las “artesanales” y el yogur helado. La saturación parece ya evidente y el ritmo de aperturas se ha ralentizado notablemente, e incluso se está asistiendo al cierre de algunos puntos de venta y cadenas, que están dirigiendo su expansión hacia otros países. Este canal ha puesto su granito de arena para amortiguar el descenso del consumo extradoméstico, si bien los volúmenes que aporta a los fabricantes son contenidos. Las ventas del canal especializado crecieron el pasado año por el aumento de visitas, a lo que contribuyó la apertura de nuevas heladerías, el efecto novedad de las mismas y los buenos datos turísticos. Sin embargo, el ticket medio por persona descendió. Este conjunto de factores adversos mencionados y que afectan a los diferentes canales de comercialización, ponen en alerta al sector, si bien la Asociación Española de Fabricantes de Helados (AEFH) es optimista de cara a la campaña de 2014, para la que prevé un crecimiento del consumo el 1%.

El sector está dominado en volumen, casi a la par, por Ice Cream Factory CoMaker (ICFC) y AIADHESA (Grupo Alacant), ambos con presencia en todos los canales, si bien con su core business en distribución alimentaria. Así, ICFC elabora MDD para numerosas cadenas de supermercados españolas y extranjeras, mientras que Alacant es el principal interproveedor de helados de Mercadona. En valor, el liderato pasaría, también con cifras muy parejas entre ellos, a los dos grandes fabricantes marquistas, Unilever y Nestlé. En el caso del primero, para su marca ‘Frigo’ ha apostado por una estrategia basada en el binomio snack-precio. El plan de Unilever pivotará además sobre la expansión de una cadena de heladerías propias, que haga frente al auge de este tipo de locales durante los dos últimos años, que a la postre ha mermado de forma notable su división de helados en “out of home”. El desarrollo de ‘Happiness Station’, como ha bautizado ‘Frigo’ a su cadena, se inició el pasado año y actualmente cuenta con siete puntos de venta, uno propio el resto franquiciados. Los planes de la cadena pasan por realizar una veintena de aperturas en los doce próximos meses, para lo que ha presupuestado una inversión de 2 M€. El objetivo es contar con 300 heladerías en cinco años. Por su parte, Nestlé basa su fortaleza en una potente red de distribución, con cerca de 100 centros y más de 100.000 puntos de venta.

El sector durante los últimos meses también ha venido marcado por la superación de los problemas financieros que venían acuciando a Kalise Menorquina y a Grupo Farga (‘Farggi’). La primera llegó a un acuerdo con la banca para la refinanciación de su deuda; mientras que la segunda firmó dos prestamos participativos subordinados convertibles en acciones con el empresario mexicano Roberto Servitje Achutegui, hijo del hasta hace poco presidente de Grupo Bimbo, y con la empresa dependiente de la Generalitat Invertec. Menos suerte ha tenido Bornay Desserts, que le pasado mes de marzo entraba en concurso de acreedores, con una continuidad complicada.

En términos positivos, destacable está siendo la progresión de la madrileña Crestas La Galaeta, que se ha centrado con su marca ‘Somosierra’ en distribución moderna y con ‘Royne’ para horeca y cuyas ventas se incrementaron un 13,3% el pasado año. No obstante, el relanzamiento de ‘Royne’ (ex-Nueva Rumasa adquirida por Crestas a principios de 2013) se hizo una vez había comenzado ya la campaña, por lo que los resultados serán más notorios el presente ejercicio, en que su facturacion podría crecer cerca de un 30%.

En cuanto a inversiones, uno de los proyectos más ambiciosos es el de la toledana Casty, que por fin inició la producción en sus nuevas instalaciones, tras un desembolso de alrededor de 10 M€. También está de estreno la cántabra Regma, que podría iniciar su carrera en retail, ya que hasta ahora había centrado su desarrollo en sus heladerías propias. La empresa inauguró planta en Revilla de Camargo, en la que ha invertido 4,5 M€.