La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Pájara (Las Palmas),acordó el pasado lunes retirar la orden de clausura y cierre de los hoteles de la cadena SBH 'Nautilus', 'Costa Calma Palace' y 'Costa Calma Beach', al haber acreditado adecuadamente disponer de autorización previa de turismo en los términos exigidos por la legislación vigente. El consistorio de la localidad canaria, "apoyado en los correspondientes informes jurídicos y atendiendo a la reciente corriente jurisprudencial del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, considera eficaz la exención de los mecanismos de intervención previa en materia de actividades clasificadas a los hoteles", ha señalado.El alcalde del municipio, Miguel Ángel Graffigna (Coalición Canaria) ha añadido que “con esta medida se pone fin a la alarma causada en el sector turístico insular y a la angustia de las casi mil familias cuyos puestos de trabajos estaban en peligro si se procedía al cierre de los hoteles, así como a la inquietud de los clientes y proveedores”.
Este criterio es de carácter general y se extenderá a todos los establecimientos alojativos del municipio, facilitando enormemente su regularización siempre que justifiquen debidamente la citada documentación, según exige la normativa turística, ha defendido la corporación local. El acuerdo adoptado por esta será comunicado a la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias y al Cabildo de Fuerteventura, puesto que todos los establecimientos han de cumplir debidamente con los procedimientos de inspección, comprobación y sanción, ejerciendo el Ayuntamiento de Pájara los que le correspondan, ha comunicado el consistorio.
La polémica viene de antiguo, en concreto desde 2012. Como ya publicó Alimarket Hoteles el pasado verano, cuando la Junta de Gobierno, entonces del PSOE, emitió a finales de junio una resolución imponiéndole a la limitada tras los alojamientos -Fuert Can- una sanción de 15.0001 € y el cierre del 'Costa Calma Beach'. Ya en octubre del pasado año, la propiedad de Sunrise Beach Hotels (SBH), integrada en el grupo PSH (Pérez Saavedra Hermanos), se negó a acatar la orden de cierre voluntario que pesaba sobre tres de sus establecimientos en base a la falta de documentación presentada sobre la presunta falta de elementos de seguridad en los citados alojamientos.