Pocos días después de cerrar el año 2020, es hora de hacer balance de un ejercicio que, para el sector de carretillas, no será positivo. Según se recoge en un reciente reportaje publicado en la revista Alimarket, los principales fabricantes y distribuidores que operan en España vaticinan un retroceso en la cifra de ventas que se situará en torno al 15%-20%.

Continúa así un cambio de tendencia a la baja que se inició en 2019, tras cinco años consecutivos de crecimiento. Según los datos manejados por la Asociación de Empresas Distribuidoras de Equipos de Manutención (Medea), la venta total de estos equipos de ayuda para el movimiento de mercancía se redujo un 3,7% en 2019, hasta situar el número en 30.000 carretillas comercializadas. No se trata, por tanto, de un descenso muy significativo en términos porcentuales, pero sí destacable en tanto que supuso un cambio de signo en el desarrollo de este sector, que en 2018 se había anotado un incremento del 8,9% y que un año antes había elevado su avance hasta el 21%.

De hecho, el descenso de 2019 tuvo que ver más bien con una consolidación natural del sector tras varios años con altos crecimientos. Las previsiones para 2020, sin embargo, son mucho más negativas. La irrupción del coronavirus ha tenido un efecto claro en la venta de carretillas y equipos de movimiento en almacén. De nuevo tomando como referencia los datos de Medea correspondientes al primer semestre de 2020 y comparándolos con el mismo periodo del año anterior, podemos hablar de un descenso medio por encima del 20%. Una vez más, son las carretillas contrapesadas las que se llevan la peor parte -con un caída de más del 32%-, mientras que en el caso de los equipos de interior el retroceso fue “tan solo” del 15%.

Y es que la paralización o reducción de actividad en sectores tan importantes como el turismo o la hostelería tendrán un impacto sobre el volumen anual del mercado de carretillas, una tendencia que podría mantenerse al menos hasta 2022. Pese a lo dicho, una vez superados los peores momentos que tuvieron lugar en los meses de marzo y abril, tanto desde las asociaciones como desde las empresas han percibido un ligero y paulatino repunte de la actividad a partir de principios del pasado verano.