Después de 20 días de paro en el transporte de mercancías por carretera, la organización convocante, Plataforma de Defensa del Sector Transporte, que agrupa a pequeñas empresas y autónomos, ha decidido dar fin a esta movilización, al menos de forma provisional, como han indicado sus representantes. "Por responsabilidad con la situación actual, hemos decidido suspender temporalmente el paro nacional del transporte", ha anunciado el sábado su presidente, Manuel Hernández. "Se están sufriendo daños de los que no queremos ser responsables, ni que se sigan produciendo", ha señalado.

El viernes día 25 de marzo, el Gobierno y la principal representación asociativa del sector, el Comité Nacional de Transporte por Carretera, alcanzaron un acuerdo para compensar el incremento del precio de los carburantes que, entre otras cuestiones, ha supuesto ayudas por valor de 1.125 M€, entre ellas una subvención del combustible de 20 céntimos/litro y aportes económicos directos por vehículo. Desde entonces, el paro ha venido perdiendo fuerza.

Pero la Plataforma mantuvo, hasta el día de hoy, la movilización ya que su principal reivindicación, la eliminación de la contratación a pérdidas (por debajo de los costes oficiales de explotación), no se recogía en el acuerdo alcanzado con aplicación de carácter inmediato. Se proponía para un Decreto Ley que saldrá a la luz antes de que finalice el mes de julio.

"La carencia de 3 meses es excesiva", ha comentado Hernández. "Pero vamos a dar un voto de confianza y garantía". Según el presidente de Plataforma, desde la Administración se les ha asegurado que se acelerará lo máximo posible la puesta en marcha de esta ley, que tendría como modelo la de la Cadena Alimentaria. Mientras tanto, ha solicitado a "los operadores de transporte que den una respuesta inmediata al problema de los precios".

La desconvocatoria hará definitivamente volver a la normalidad a la actividad industrial, que se había visto alterada por la falta de materias primas y productos terminados, produciendo incluso la paralización de actividad de algunas industrias de gran consumo y desabastecimiento en los establecimientos. En la primera semana de la huelga, las asociaciones de gran consumo indicaron que habían acumulado pérdidas de 600 M€. Y la situación provocó que las empresas de distribución asumieran unos sobrecostes diarios de en torno a los 130 M€, para poder transportar y redistribuir alimentos a los puntos de venta de todo el país.