En los últimos años, la cadena de suministro ha tenido que hacer frente a numerosos retos que aún siguen sin solucionarse. Primero fue el covid, que puso a prueba la capacidad de respuesta de toda la supply chain a nivel mundial. Los posteriores colapsos de los flujos internacionales, el inicio de la guerra en Ucrania y el incremento incesante de los precios (materia prima, energía, combustible) no han hecho más que agravar una complejidad que aún se mantiene. En este contexto, las tecnologías 4.0 se están perfilando como una herramienta imprescindible para hacer frente a esta difícil situación que se prolongará en el tiempo.
Junto con el consenso cada vez más extendido sobre la utilidad de estas tecnologías, su abaratamiento está haciendo que su uso sea cada vez más habitual. Big data, inteligencia y robótica son las que mayor interés despiertan, aunque otras más innovadoras, como blockchain y gemelos digitales, continúan ganando visibilidad, tal y como se recoge en el informe sobre Logística 4.0 elaborado recientemente por Alimarket y donde se incluyen ejemplos sobre aplicaciones reales de estas tecnologías.
Las tecnologías que vienen
En este mismo reportaje, también se adelantan algunas innovaciones aún en desarrollo, pero con enorme potencial. Es el caso de los vehículos autónomos destinados a la distribución de última milla. En Madrid, por ejemplo, se están realizando distintos proyectos en este sentido. Una de las más interesantes es la que se está desarrollando dela mano de la empresa de repartos Glovo y la start up de vehículos autónomos Goggo Network y que ya ha hecho sus primeras pruebas de entrega de pedidos a domicilio con pequeños robots autónomos en el madrileño barrio de Salamanca.
Igualmente, y en este caso referido a transportes de gran recorrido, empieza cada vez a tomar más forma el proyecto Hyperloop. Este término hace referencia a un sistema de transporte de alta velocidad que puede trasladar pasajeros y mercancías a larga distancia. Para ello, se aceleran cápsulas de transporte operadas eléctricamente en tubos de vacío que podrán alcanzar velocidades de hasta 1.100 km/h en el futuro. De momento, ya se ha elaborado la primera guía mundial de Hyperloop en la que se definen requisitos esenciales de seguridad para la planificación, construcción y funcionamiento de estos sistemas. Sus posibles aplicaciones a la cadena de suministro serán revolucionarias.