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Sigue el ajuste en el reparto de última milla para el ecommerce

Sigue el ajuste en el reparto de última milla para el ecommerce

Aunque las expectativas de crecimiento del ecommerce vuelven a ser favorables y a pesar de que la sostenibilidad se ha convertido en un leitmotiv para la logística en general, lo cierto es que la movilidad sostenible asociada al reparto de última milla ha seguido gripando en 2024. El punto de inflexión que supuso 2022 para el ecommerce -con caídas de volumen- y una recuperación pausada a lo largo de 2023 y 2024, ha tenido mucho que ver. A ello, hay que sumar la desaceleración de inversores en este tipo de proyectos -en un contexto de vuelta a inversiones más conservadoras-; el aumento de los tipos de interés -que dificulta el acceso a nueva financiación y el pago de las deudas-; y el escaso valor de los servicios de reparto, en un sector donde prima el precio, con lo que la rentabilidad viene de alcanzar grandes volúmenes de entrega, en un entorno muy competitivo. Y es que, como comentaban varios de los directivos de las empresas afectadas: "falta el apoyo real de los clientes. Muchas empresas hablan de sostenibilidad, pero a la hora de la verdad, no están dispuestas a pagar por ella".

Ya a finales de 2023 se produjo la liquidación de la gallega Deelivers Corp, muy enfocada al servicio a restaurantes, tras acogerse a la ley concursal en septiembre muy afectada por la aprobación de la Ley Rider, otro “dolor de cabeza” para el sector. Tampoco ha prosperado la iniciativa de la catalana Beeasy Delivery, cuyo proyecto consistía en realizar reparto de ultimísima milla a través de los los denominados “bees” (repartidores en nómina), que efectuaban dicho reparto a pie (o en patinete/bici eléctrica) desde sus hogares situados en el mismo código postal que los destinatarios. Por su parte, Mission Box, una de las pioneras del reparto de food-delivery y tiendas online en España, solicitaba su liquidación esta primavera, centrándose definitivamente en el desarrollo y venta de software logístico, siendo ‘Tuklo’ la aplicación más conocida.

Mientras, Stuart Delivery y Urb-it se vieron afectadas por la coyuntura de sus matrices. En el caso de la empresa de origen francés, Geopost la vendía a finales de 2023 al fondo de inversión alemán Mutares SE & Co y éste decidía en abril cerrar la operativa en España, para concentrarse en otros mercados con más potencial (también estaba presente en Francia, Reino Unido, Polonia, Italia y Portugal). Stuart operaba en el momento del cierre en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Valencia, Sevilla, Málaga y Bilbao, dando servicio de entrega inmediata para tiendas (online y físicas) y restaurantes, basada inicialmente en repartidores autónomos, buena parte de ellos integrados en plantilla tras la aprobación de la Ley Rider, lo que le causó bastantes problemas. Mientras, Urb-it Sustainable Delivery no ha sobrevivido a la crisis de su matriz, la sueca del mismo nombre, que quebró a finales de 2023 y fue rescatada por la británica Fin Sustainable Logistics a principios de 2024. En España, donde comenzó a operar en el verano de 2022, Urb-it prestaba servicio en Madrid, Barcelona y Valencia, y todavía en la primavera de 2023 esperaba duplicar su presencia en nuestro país. Su base era el reparto sostenible (principalmente en bicicleta eléctrica) apoyado en micro-hubs de cercanía y plantilla propia. Además, su catálogo de servicios de entrega incluía el modelo estándard (durante los tres y cinco días posteriores a la compra), Next-Day y Same-Day.

Y tras el verano...

Ya después del verano se han encadenado tres nuevos fallidos: la fabricante de vehículos sostenibles para la entrega de última milla VMS Automotive, la empresa de reparto con este tipo de vehículos Voltio y Geever, especializado en entrega sostenible a partir de microhubs urbanos. En el caso de la viguesa VMS Automotive solicitaba el concurso de acreedores a principios de octubre y, recientemente, ha iniciado su liquidación. Según explicaba el auto de declaración del concurso, la insolvencia provenía tanto de causas endógenas, (un elevado endeudamiento), como exógenas: la frustración de la oferta de compra por parte de un inversor privado. Creada en 2021, por los accionistas de la fabricante de componentes automovilísticos Marsan, el objetivo de VMS era diseñar y fabricar un vehículo de tres ruedas eléctrico adaptado a las necesidades de la distribución urbana sostenible, comercializado bajo la marca ‘Eezon’. Aunque durante 2022 consiguió algunos contratos (Deelivers, Correos, algunas corporaciones municipales, entre otros), lo cierto es que en estos dos año VMS ha acumulado pérdidas por encima de los 7 M€, mientras que sus ingresos no han superado el millón.

Situación similar es la vivida por Voltio Movilidad Electrizante, cuyo concurso se ha presentado en diciembre y que se sigue en el Juzgado de lo Mercantil nº 15 de Madrid. Nacida en 2022, de la mano de varios exdirectivos de Inquieto Moving Attitude, Voltio quería ser “una solución de última milla basada en el uso de vehículos sostenibles adaptados al reparto”. De hecho, y dada la antigua relación, quería utilizar la gama de vehículos comercializados por Inquieto: tanto las motos y bicis eléctricas como, sobre todo, los utilitarios de cuatro ruedas Tropos (pequeña furgoneta) y los cuatriciclos con baúl de gran tamaño trasero 'Paxter'. La otra pata del proyecto era crear una red de pequeños almacenes (200 m2-300 m2) en las ciudades donde se fuera instalando (Madrid y Bilbao fueron las iniciales), para la desconsolidación de cargas y, para ganar eficiencia, quería darles un uso intensivo a estas instalaciones, aprovechándolas para varios clientes -e incluso alquilando espacio a empresas de fulfillment-, dadas las distintas franjas horarias en las que es necesario el espacio según el tipo de cliente. Con este planteamiento, Voltio preveía 4 M€ de ingresos en 2022, pero, un año después, éstos no alcanzaban los 2 M€, mientras que los fondos propios negativos se alzaban a 710.000 €.

Por su parte, en octubre Geever optaba por presentar un ERE para la totalidad de su plantilla (39 trabajadores en el momento del cierre) dando así fin a su actividad. No obstante, sus directivos dejaban la puerta abierta a retomar este modelo "en un mercado más maduro". Geever fue creada en 2017 por el operador logístico Districenter y en 2021 daba entrada a su accionariado a la gestora de aparcamientos Saba. El modelo de negocio defendido por Geever pasaba por ofrecer un servicio diferenciado basado en dos puntos. Por un lado, su condición de operador neutral, capaz de gestionar la última milla de todas aquellos operadores logísticos y de transporte que lo demanden. Por otro, una especialización en el reparto de proximidad sostenible y eficiente. La compañía, que contaba en el momento de su cierre con 30 hubs en Barcelona ubicados en los parkings de Saba, recibía toda la mercancía en hubs ubicados a las afueras de la ciudad, donde se procedía a su clasificación. Una vez ordenada por destino y a bordo de pequeñas furgonetas eléctricas, se procedía al reparto en microhubs y, desde allí, se realizaba reparto al cliente final bien a pie o bien en pequeños vehículos eléctricos, con una capilaridad cuyos recorridos no superaban los 750 m. No obstante, y a pesar del ambicioso plan de crecimiento presentado con la entrada de Saba, en 2022 su cifra de negocio caía un 10%, hasta los 711.726 €, y el resultado del ejercicio se situaba en rojo, por valor de 1,5 M€.



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