La compra de los activos de Leciñena , fabricante aragonesa de remolques y semirremolques, por parte de la empresa Melgasal Invest se ha hecho efectiva este mismo mes de octubre, después de un proceso de adjudicación que se produce tras la declaración de concurso de acreedores de Leciñena en 2013 . Fue en diciembre del año pasado cuando la oferta de Melgasal Invest, de 5,76 M€, resultó ganadora dentro del proceso, si bien faltaba una serie de requisitos formales para que tomara el control definitivo de la actividad. Hasta que se cumplieran éstos, se activó un arrendamiento industrial en febrero que ha servido para que el nuevo dueño haya empezado a gestionar la unidad productiva y realizar diversas inyecciones económicas de forma adelantada y garantizar así la continuidad, el funcionamiento y evitar el colapso de la misma.
La adjudicación a Melgasal, propiedad del empresario Juan Melgarejo, se ha producido con fecha 10 de octubre y da comienzo a una nueva etapa para la marca con la vocación de reimpulsarla con un plan de negocio con el foco puesto en su fábrica de Utebo (Zaragoza) y encaminado hacia el liderazgo dentro del sector.
El grupo inversor al que pertenece Melgasal Invest, constituida en abril de 2016 con un capital social que se acaba de ampliar tras la adjudicación a 400.000 €, lleva operando desde el año 2014 con el objetivo de recuperar compañías emblemáticas con problemas de gestión, hasta ahora sin relación con el sector transporte. En relación a la reciente operacion, Melgarejo destaca que “Leciñena es una compañía que merece situarse entre las grandes empresas de logística y transporte de España, como lo fue antes de la crisis. Con ese objetivo, nos ponemos al frente de la compañía con mucha ilusión y ganas de liderar un proyecto para el que tenemos un plan estratégico a tres años que nos ayudará a alcanzar ese liderazgo del sector”.
Según destaca la compañía, la oferta propuesta por Melgasal Invest superó en un 15% las del resto de postores participantes en el concurso de acreedores por Leciñena, entre los que se encontraban compañías internacionales referentes en el sector. Una oferta que Melgarejo califica de “sólida” y una “apuesta firme por reimpulsar la compañía” y que se tradujo en la permanencia de 57 trabajadores. Además, en lo que va de año, los nuevos propietarios han incrementado la plantilla hasta los 71, recuperando tanto antiguos empleados de la fábrica, como creando nuevos puestos.
En este sentido, la nueva sociedad propietaria incorpora a la compañía cuatro perfiles nuevos que ayudarán a profesionalizar aún más el negocio y a garantizar la gestión del mismo. Por otro lado, durante este período, la compañía aragonesa ha trabajado con normalidad , y ha obtenido los primeros resultados de un cambio de timón en la gestión, ya que hasta el mes de septiembre se han entregado 146 remolques frente a los 143 de todo 2016. De todas formas, en el último ejercicio cerrado ya se habría notado una mejora en su cifra de ventas ya que sus ingresos se habrían situado en el entorno de los 10 M€. Este dato supondría un aumento superior al 30% respecto a los 7,45 M del año anterior.
De cara al futuro se espera triplicar la producción de la fábrica en un plazo de tres años, mantener la calidad del producto y servicio que ofrece Leciñena, mediante productos diferenciadores como el “eje Leciñena”, y reforzar la calidad del servicio, reduciendo los plazos de entrega de los productos e incrementando el servicio tanto en postventa como en la red de talleres asociados a la compañía.
Según aparece reflejado en el Informe de Gestión de Leciñena para 2015, la adversa coyuntura económica de la sociedad "es fruto de una crisis del mercado del remolque que a la sociedad le vino por el sector del transporte en carretera y más aún por el de la construcción y obra pública. Tal vez, este segundo sector ha sido el que más ha afectado a la compañía debido a las fuertes inversiones en equipos que realizó en fechas próximas al inicio de la crisis". Además, explica que "la compañía se vio con unas estructuras productivas en personal y bienes materiales, sobredimensionadas para la producción que realizaba, viéndose obligada a realizar ERE de extinción y suspensión a una gran parte de la plantilla".