Aunque muchos de los desarrollos tecnológicos en el sector logístico guardan mucha relación con el transporte terrestre, la Logística 4.0 está favoreciendo iniciativas en todos los modos. En aéreo, por ejemplo, aunque la carga en avión solo representa en torno al 3% del volumen mundial en toneladas, el valor de dichas mercancías supone casi una tercera parte del comercio mundial. Ante esta perspectiva cobran importancia proyectos como ‘Muelle Digital’, financiado por la Unión Europea, y que incorporará inteligencia artificial en forma de un modelo de aprendizaje automático que predecirá la demanda de carga aérea mensual en distintos aeropuertos. Esta iniciativa permitirá optimizar los procesos que se producen entre el agente transitario, el transportista que mueve la mercancía del expedidor hasta el agente de handling, y el propio agente de handling del aeropuerto, en el flujo de exportación aérea. El proyecto busca crear un servicio altamente eficiente y tendrá como escenario piloto varios aeropuertos españoles. En su desarrollo, utiliza técnicas de machine learning predictivo que incorpora múltiples variables como el volumen de tráfico aéreo, los pronósticos meteorológicos e incidencias macroeconómicas como el PIB o la balanza comercial sobre la actividad. La integración de toda esta información se plasmará en una herramienta de planificación de la demanda que permita anticiparse en las decisiones.
La implicación del transporte marítimo en el avance tecnológico es aún mayor. A día de hoy, los puertos gestionan toda su operativa crítica a través de los Port Community System, plataformas tecnológicas donde se gestionan las escalas y servicios de los buques, los suministros (agua, electricidad, combustibles), la recogida de residuos, grúas, tinglados, transportistas y terminales, las mercancías peligrosas, etc. Estas plataformas agilizan y automatizan los procesos de intercambio de información entre los diferentes actores de la comunidad portuaria, con más de 400 mensajes de correo por minuto, permitiendo una comunicación y conectividad segura. No obstante, el ritmo de avance tecnológico es tan vertiginoso que se sigue invirtiendo de forma constante en mejoras, sobre todo, de innovación, sostenibilidad y ciberseguridad. El puerto de Barcelona, por ejemplo, ha acometido en el último año una ambiciosa transformación tecnológica, de la mano del proveedor Kyndryl, con el objetivo de lograr una mayor eficiencia y flexibilidad, al tiempo que busca ser medioambientalmente más sostenible y tener mayores medidas de recuperación ante desastres y ciberseguridad.
A este respecto, la Autoridad Portuaria de Baleares ha confiado en la compañía digital Altia la implantación de una solución de ciberseguridad basada también en IA para sus cinco puertos y que permite detectar, investigar y responder ante amenazas en tiempo real sin interferir en las operaciones ni el rendimiento de la red. Dicha solución comprende y aprende respecto a la forma de ser de cada usuario y dispositivo en normales circunstancias, y emplea este conocimiento para detectar comportamientos inusuales y bloquear un ataque antes de que éste se extienda a la organización. Como último ejemplo, el puerto de Huelva ha sido elegido por Maritime IoT Solutions, perteneciente al grupo MSC, para testar un reto tecnológico de mejora de la monitorización de los contenedores reefer de la compañía.
Finalmente, también el transporte ferroviario está apostando por tecnologías 4.0 para mejorar su operativa. En este sentido, Renfe Mercancías publicaba recientemente una licitación de 1,2 M€ destinada al suministro de tecnología de identificación y trazabilidad del material rodante. El proyecto comprende la implantación de dispositivos IoT de geolocalización para 222 locomotoras y 678 vagones, incluyendo la integración, instalación, despliegue y la puesta en marcha de la solución, además de la incorporación de medios de generación de energía renovable para su alimentación.