Grupo Stef, especialista en servicios de transporte y logística de productos alimentarios a temperatura controlada, ha puesto en marcha dos iniciativas centradas en el uso de hidrógeno en sus operaciones. Para ello, ha contado con la colaboración de Toyota Material Handling Europe, proveedor de equipos de manipulación con pilas de combustible de hidrógeno, y Plug Power, proveedor de soluciones de hidrógeno verde. Estos proyectos se están llevando a cabo en Athis-Mons (Francia) y Torrejón de Ardoz (España) y forman parte de la iniciativa climática Moving Green de STEF, que tiene como objetivo alcanzar el uso del 100 % de energía con bajas emisiones de carbono en sus instalaciones antes de que termine 2025.
La empresa ha incorporado hidrógeno verde para alimentar sus carretillas elevadoras en dos de sus instalaciones. En su plataforma de transporte en Athis-Mons, el hidrógeno se produce mediante energías renovables y se suministra directamente en el lugar. Por su parte, en la plataforma logística de Torrejón de Ardoz, el hidrógeno se obtiene a través de un electrolizador alimentado por la electricidad generada en la planta fotovoltaica de 2,9 MWp instalada en la cubierta del edificio. Esto garantiza el consumo de hidrógeno producido localmente y de manera sostenible.
Según el comunicado, el uso de pilas de combustible de hidrógeno aporta múltiples beneficios en las condiciones de trabajo de STEF, donde la temperatura varía entre -18 °C y +4 °C. Según la compañía, “las pilas de combustible de hidrógeno ofrecen un rendimiento especialmente bueno en las condiciones de funcionamiento de STEF: mayor productividad operativa durante más tiempo, a diferencia de las pilas convencionales.”
Además, la compañía asegurra que las carretillas elevadoras que funcionan con hidrógeno pueden recargarse en menos de tres minutos, lo que reduce los riesgos asociados al manejo de baterías de plomo y mejora la comodidad de los trabajadores en las tareas de transbordo. Por término medio, una pila de combustible de hidrógeno tiene una vida útil de 10 años, el doble que las baterías convencionales, lo que ayuda a reducir el impacto medioambiental a lo largo de todo el ciclo de vida del producto.
Desde Stef destacan que “el hidrógeno, como portador de energía, y las pilas de combustible, como solución energética, ofrecen muchas ventajas en lo que respecta a las operaciones de manipulación de materiales y pueden contribuir a la hoja de ruta para descarbonizar las operaciones de manipulación de materiales.”