Como era de prever, Unilever avanza en el proceso de cierre de su fábrica de detergentes y suavizantes de Aranjuez (Madrid), la única especializada en productos de no alimentación con que cuenta la multinacional en España. La compañía ha presentado a las autoridades laborales y al comité de empresa el expediente de regulación de empleo para los 166 trabajadores directos de la factoría, lo que formaliza el cese de actividad de la misma, que en principio se mantiene previsto para el último trimestre del año.
Este paso es uno más dentro del proceso anunciado por Unilever a finales de marzo, y una vez descartada la viabilidad de la planta en el seno del grupo, tal como ha venido informando Alimarket. Esta decisión fue justificado por la empresa, como se recordará, en la falta de competitividad de la planta, en la sobrecapacidad productiva a nivel europeo y en el estancamiento de las ventas, como principales factores.
Cabe recordar que, desde que se anunciara el cierre, la compañía mantiene negociaciones con los representantes de los trabajadores en busca de un acuerdo -con el compromiso de ofrecer las mejores condiciones posibles- que podría llegar en las próximas semanas. En este sentido, Unilever ha confirmado que ha presentado al comité de empresa una propuesta para definir el plan de salidas y un "plan social que apoye la recolocación de la plantilla al máximo nivel dentro y fuera de la compañía". No obstante, desde el comité apuntan a una oferta inicial de 28 días y 24 mensualidades, con "condiciones muy precarias, incluso no contemplando posibles prejubilaciones". Asimismo, alegan no haber recibido aún un dosier pendiente relativo a la búsqueda de empresas para la reindustrialización, mientras la empresa les ha comunicado que mantiene conversaciones con un posible inversor, sin concretarse ningún acercamiento.