La Martinuca , marca especializada en tortillas de patatas fundada en 2021 por Víctor Naranjo, junto a Adrián y Álvaro González, Pablo Castellano, María Pombo y Natalia Coll, ha cerrado 2024 con una facturación de 3,5 M€. Este crecimiento se debe tanto a la expansión de la marca en el delivery, servicio que realiza desde tres cocinas en Madrid y una en Barcelona, así como de la actividad de su primer, y hasta ahora, único restaurante físico de la marca, situado en la calle Barquillo, 11, en la capital española. En este sentido, La Martinuca vendió el año pasado más de 180.000 tortillas entre Madrid y Barcelona, gracias a una plantilla que supera los 55 profesionales.
Para Víctor Naranjo, CEO y cofundador, “La Martinuca no es solo un proyecto, es una misión. Queremos hacer eterna y mundial la tortilla de patatas, respetando su tradición, pero innovando sin perder su esencia. Nuestro objetivo es que el mundo conozca y ame la tortilla de patatas española como ya lo hacen con otros platos icónicos globales como la pizza y la burger. Nuestra determinación es absoluta y nuestra visión, innegociable”.
Para este año, la compañía ha definido un plan estratégico que contempla la llegada a tres nuevas ciudades -que, por el momento, la marca no quiere compartir-, además de reforzar su presencia en Madrid y Barcelona con nuevos puntos para delivery y "espacios café-bar de dine-in para vivir la experiencia total". Asimismo, La Martinuca se da dos años para consolidar su expansión nacional y sentar las bases de la compañía de cara a una futura internacionalización. Para llevar este plan a cabo, Naranjo comenta que "la compañía trabaja en un modelo de financiación sin dilución que preserve su identidad y permita una expansión sostenible".
Por su parete, Álvaro González, cofundador y director de operaciones, comenta: “No estamos hablando solo de tortillas, sino de construir un legado. Cada paso que damos está pensado para asegurar que este proyecto trascienda fronteras y generaciones. Estamos creando algo con una proyección desconocida y tenemos la fe y la determinación para lograrlo. 2025 será el año en el que llevaremos nuestra tortilla a quienes más nos la han demandado”.