Desde la última década del siglo pasado, gracias al gran avance de las TIC y a la aparición de internet, la sociedad inicia un camino de digitalización imparable y de progresión exponencial. No solo se transforma el mundo de los negocios, sino que cambia la vida cotidiana de los ciudadanos, apareciendo todo tipo de equipamiento y software que permiten cambiar el modo en que hacemos las cosas, la forma en que nos relacionamos, obtenemos información y nos formamos, es decir nos reinventamos nosotros y toda la sociedad de modo prácticamente continuo.
Esta realidad hace que, en el entorno sanitario, se transforme todo el aparataje electro-médico, al asociarle componentes informáticos que los hacen susceptibles de ser gestionados de modo estandarizado. Esto acaba poco a poco con las cajas negras, abaratando la fabricación, estandarizando la conectividad y aproximando la calidad de los productos. Con esta realidad tecnológica, a mediados de la pasada década, se inicia un proceso imparable de digitalización de todo el Sistema Sanitario de Salud, haciendo especial esfuerzo en los hospitales.