Proceso de digitalización hospitalaria
Sin embargo, esta primera transformación digital, siguiendo la realidad organizativa del SNS, no se hace pensando que la buena asistencia se ha de centrar en el paciente y no en el modelo organizativo imperante en aquel momento, que estaba basado en una organización profesional muy especializada y dividida en niveles asistenciales.
Después de avanzar en la informatización de la gestión económica y asistencial, se sigue con servicios centrales como Farmacia, Radiología, Laboratorio, etc., donde todo el SNS apuesta por soluciones comerciales con un nivel de estandarización creciente. En este momento se empieza a disponer de una masa crítica de datos en formato digital que hace que en el seno de las distintas Comunidades Autónomas, aparezca la inquietud de informatizar la Historia Clínica Electrónica. Con una carencia casi total de soluciones comerciales, surge la discusión de utilizar aplicaciones integradas o interoperables, apostando por la solución más fácil y económica en aquel momento, la de aplicaciones integradas para toda la comunidad, quedando la interoperabilidad como asignatura pendiente.
De modo general, nacen los proyectos de hospital sin papeles, digitalizando los archivos de historias clínicas y manteniendo, en casi todas las HCE, los informes electrónicos en formato PDF y los cursos clínicos en texto con un bajo nivel de interoperabilidad. Es decir, digitalizamos en formato analógico, lo que aporta muchas ventajas en cuanto a accesibilidad y disponibilidad de la información, pero con poca capacidad transformadora del sistema.