De la Telemedicina a la Salud Digital
El desarrollo de la Telemedicina nos lleva a lo que se llama la tercera era en la que el propio concepto también ha evolucionado, ampliándose al de Salud Digital o Salud Conectada y que se apoya principalmente en los datos. La importancia de los datos se ha hecho patente en los último tiempos; en la actualidad vivimos en lo que se ha venido en llamar el cuarto paradigma científico para la obtención de conocimiento: tras el primero, consistente en la observación de los fenómenos naturales; el segundo, en el que a través del método científico se deducen leyes y modelos generalizando las observaciones; y el tercero, en el que se simulan numéricamente fenómenos complejos; el cuarto paradigma busca nuevos descubrimiento analizando la ingente cantidad de datos que se generan.
Evidentemente, la Telemedicina no es ajena a esta tendencia y de nuevo son los avances tecnológicos los que permiten acometer nuevas soluciones en este campo: la posibilidad de contar con nuevos datos gracias al desarrollo de sensores cada vez más sensibles, precisos y menos invasivos; su disponibilidad y accesibilidad debido a la globalidad de las redes y los mecanismos de normalización e interoperabilidad; y la posibilidad de analizarlos por medio de nuevos algoritmos y el desarrollo de capacidades de computación de alto rendimiento.
A este respecto, existe en el mercado una gran cantidad de sensores integrados en dispositivos llevables o vestibles (wearables, en inglés) que, de forma no invasiva, recogen una variedad de datos (fisiológicos, de actividad, ambientales, de localización, etc). Se encuentran llevables específicamente diseñados para su uso médico, es decir, que sus resultados son suficientemente precisos y están evaluados para que los profesionales sanitarios puedan confiar en ellos; pero también pueden tener utilidad los diseñados para la práctica deportiva, para entretenimiento, o como elementos para juegos.