Tipos de wearables existentes en el mercado
Hacer una clasificación de los llevables disponibles puede ser complicado, pues la mayoría de ellos son multipropósito y no solo contienen sensores para un único dato, sino que son capaces de recoger varios parámetros, por lo que quizá sea más útil repasar el tipo de sensores que se encuentran actualmente en el mercado.
En concreto, en la actualidad podemos encontar el Acelerómetro, que mide aceleraciones relacionadas con cambios de movimiento, por lo que combinándolos en los ejes geométricos son capaces de monitorizar el movimiento y detectar comportamientos anómalos y caídas. Pueden utilizarse también para medir la calidad del sueño. Igualmente, existen llevables de actividad electrodérmica, que miden la conductancia de la piel para deducir la actividad del sistema nervioso simpático, lo que puede usarse para evaluar el estado psicofisiológico del paciente. En conjunción con otras variables, como la temperatura y el ritmo cardiaco, puede servir para medir el nivel de dolor.
Por su parte, el Altímetro miden la altura a la que se hallan y sus datos pueden utilizarse para calcular el gasto energético durante el ejercicio de una persona; mientras que los llevables de contracción muscular miden la contracción muscular y son una alternativa al EMG.
Otros dispositivos llevables son los de deformación de tejidos (sensores que se incorporan en tejidos y son capaces de medir la deformación del mismo y que se pueden usar en aplicaciones en las que es necesario monitorizar cómo y cuánto se mueve un miembro); ECG, que registra las señales eléctricas del corazón; EEG, que mide la actividad cerebral por medio de electrodos situados sobre el cráneo; EMG, que aporta datos sobre la actividad muscular; y EOG, que mide movimientos oculares y puede usarse para evaluar la calidad del sueño.
En la misma línea, otros dispositivos que se encuentran ahora en el mercado afectan a la medición de luz ambiental, a través de sensores que detectan la cantidad de luz que hay en el ambiente, en diferentes rangos de frecuencia y que pueden usarse para calcular los ritmos de actividad y sueño de una persona y deducir el estado del ritmo circadiano; Giróscopos, que miden la orientación; GPS, que proporcionan la localización utilizando el sistema satelital (suficiente para exteriores pero no para interiores); humedad, dispositivos que registran la humedad relativa del aire y que se aplican en situaciones en las que este parámetro es importante para la salud y permiten actuar para variar la misma y llevarla dentro de rangos adecuados; oxímetro, que mide la saturación de oxígeno en sangre; y podómetro, que cuenta el número de pasos y es útil para medir la actividad de una persona. En conjunción con otros sensores, como los de altitud o con sistemas de posicionamiento geográfico puede servir para calcular el gasto energético durante la marcha.
No se pueden olvidar, asimismo, otro tipo de dispositivos, como los de presión arterial, ya que además de los habituales medidores basados en manguitos de presión, también los hay basados en plestimografía que miden cambios de presión y volumen y son capaces de medir la presión arterial de forma continua; pulsímetro, que proporciona una lectura continua del ritmo cardiaco; termómetro, que puede medir la temperatura, tanto del ambiente, como del cuerpo o de un fluido determinado; transpiración, que registra el grado de sudoración de una persona; umbral de láctico, responsable de medir la saturación de oxígeno muscular de forma continua para conocer la respuesta muscular al ejercicio físico; y respiración, capaces de dar datos sobre la ventilación pulmonar.