Tecnología al servicio de la asistencia sanitaria
En cuanto al teletrabajo asistencial y al mantenimiento del entorno colaborativo del equipo asistencial, en muchos casos las tecnologías han permitido prestar asistencia virtual desde el domicilio particular del profesional para aquellos profesionales que cumplían criterios de riesgo o desde su lugar de aislamiento en el caso de trabajadores asintomáticos durante el periodo de cuarentena. Para hacer posible este servicio se han tenido que crear o ampliar las plataformas de acceso remoto seguro, por un lado y, por otro, implantar o extender el uso de herramientas de chat propias necesarias para gestionar de forma segura los entornos colaborativos sin tener que hacer uso de soluciones externas tipo Whatsapp.
También se han llevado a cabo un conjunto de iniciativas destinadas a eliminar el papel como vehículo de transmisión. Incluyen entre otros el registro automatizado de las variables clínicas enviadas desde los dispositivos que las obtienen en cualquiera de los escenarios profesionales de atención, la generalización de las peticiones electrónicas de pruebas complementarias o de colaboración asistencial y la transformación digital de los consentimientos informados. Si bien observamos en España un uso mas o menos generalizado de la Historia Clínica Electrónica, no lo es el registro automatizado de variables clínicas en los sistemas de información clínicos y tampoco están totalmente digitalizadas las peticiones electrónicas dirigidas al propio centro, a otro centro de la propia organización o las colaboraciones dirigidas a un centro ajeno. La petición de PCR y test serológicos han requerido la implementación de aplicaciones móviles para extender la funcionalidad a colectivos que habitualmente no consumían estos servicios como pueden ser los dispositivos de salud pública. También se ha sentido la necesidad de buscar soluciones capaces de resolver la firma electrónica de los pacientes, allí donde no existían para evitar la convivencia de documentación electrónica con la documentación física.
La tecnología ha permitido también Integrar en la Historia Clínica Electrónica la información procedente de los servicios medicalizados de emergencias, con el fin de prescindir del uso del papel en el momento de la recepción de los pacientes en los centros asistenciales sin tener que renunciar a la valiosa información reportada por los mismos, así como llevar un control virtual de los enfermos aislados ingresados en las unidades de enfermería hospitalarias mediante la instalación de sistemas de videovigilancia en las habitaciones. Bajo el cumplimiento legal del consentimiento informado de los pacientes, estos sistemas han permitido adecuar el número de entradas de los profesionales asistenciales a las habitaciones a las necesarias, gracias a las videocámaras y a sus sistemas de intercomunicación (micrófono y altavoz); disminuir el uso de los equipos de protección (bien considerado escaso durante el brote pandémico); y reducir el riesgo de exposición al contagio de los profesionales asistenciales que trabajan en primera línea.