La salud digital en sanidad está cambiando a más velocidad que la que aparentemente vemos desde dentro del sistema, especialmente desde el entorno de lo público. Funciona este avance de manera muy rápida, y a veces sacude la situación por impulsos que hacen que dichos avances nos sobrepasen. Solo hay que echar la vista un año atrás y ver la transformación que ha provocado la pandemia del Covid-19, con respecto al teletrabajo en el mundo de la salud.
Venimos de un mundo donde la informática ha sido y es, en la mayoría de los casos, un alarde de gestión y análisis rudimentario de información, basado en muchas ocasiones en contar series y en alguna hoja de cálculo más o menos avanzada. Este es el mundo que nos rodea en nuestra realidad y del que, si no se ha preparado o se están preparando las infraestructuras y los actores, podemos decir que se ha perdido el tren e iremos respondiendo de manera reactiva a la sociedad, con todo lo que implica. Es por tanto una evolución rápida, cuando no una revolución continua lo que nos espera en los años inminentes.