La nube como necesidad
Otra línea evolutiva será, toda vez que estén los datos y los actores preparados, el análisis de dicha cantidad ingente de información. La introducción del procesamiento del lenguaje natural, la incorporación del big data como una herramienta cotidiana en la práctica clínica o el análisis de datos como la genómica van a obligar a cambiar el modo de pensamiento a la hora de proporcionar servicios de procesamiento de la información. Para ello volveremos a apoyarnos en varias áreas, muchas de ellas en modo nube.
Las tecnologías antes mencionadas son simplemente imposibles de mantener en los tradicionales modos de CPD que existen en muchas instituciones y solo la agrupación en grandes clústeres híbridos públicos-privados van a poder dar una respuesta, tanto a la seguridad como a la capacidad de las necesidades requeridas para poder acometer dichos servicios. En este sentido, se exigirá a los servicios TIC una rápida evolución en la forma de pensar en cómo se va a proporcionar dichos servicios. La única respuesta hoy en día es la nube y los servicios de computación masiva y paralela que están albergados en estos grandes centros de procesos de datos, porque sencillamente no se podrán mantener los costes frente a las ventajas competitivas que estos sistemas aportan y, si no se adoptan, los usuarios buscaran otro tipo de alternativas que proporcionen estos servicios de una manera u otra. La evolución de los sistemas se antoja tan radicalmente distinta a lo conocido hasta ahora, que cuesta tan siquiera imaginar que los ciclos de amortización que manejamos ahora (< 5 años) se puedan cumplir, reduciéndose drásticamente y por tanto, haciendo imposible las adquisiciones tal y como las conocemos.
Finalmente los directores de informática, como gestores, no se pueden quedar al margen de esta evolución; seguir pensando que el ecosistema digital en salud que ha existido desde la introducción de los primeros sistemas allá por el inicio de los años 80 va a seguir en la misma dinámica de un lento, continuo y progresivo cambio es vivir de espaldas a la realidad. Los cambios y retos que toca afrontar con carácter prácticamente inmediato dibujan un escenario radicalmente distinto, muy dinámico en contraposición al existente, que también es rápido y cambiante, y sobre todo con una permutación de actores y roles que rodea la información sanitaria que hará que, o bien se transformen en gestores de información y verdaderos CIO, o simplemente desaparecerán porque la mayoría de sus competencias serán asumidas por nuevas figuras que irán emergiendo dentro del nuevo ecosistema digital en salud.