Implantación en quirofanos
Otra de las áreas donde la robótica ha tenido un gran impacto en los hospitales es en los quirófanos. La cirugía robótica ofrece muchos beneficios frente a la cirugía tradicional y la laparoscópica. Es una cirugía menos invasiva, aumenta la precisión en las operaciones y permite algunos tipos de suturas muy difíciles de realizar de otro modo. Evita algunas limitaciones de las personas (cansancio, temblor, etc.), disminuye los tiempos de la cirugía reduciendo listas de espera y tiene muchos beneficios para el paciente como cicatrices mínimas, menor dolor postoperatorio y por tanto, la necesidad de menos medicación, menor tiempo de recuperación y menos días de estancia hospitalaria, entre otros.
El robot Da Vinci fue pionero a comienzos del año 2000 y sigue siendo dominante en el mercado con más de 5.600 robots instalados a mediados de 2020. Este sistema apareció en 1990 y fue aprobado por la FDA en el año 2000 para operaciones de cirugía de complejidad media pero en la actualidad ya se utiliza en muchos tipos de cirugía incluidos trasplantes. En los últimos años muchas empresas de diferentes países han desarrollado robots quirúrgicos que se están instalando por todo el mundo. Se utilizan principalmente en cirugía ortopédica, cardiovascular y neurocirugía.
En cirugía robótica para ortopedia se opera principalmente la rodilla, con sustitución parcial o total de la misma. En esta línea, el sistema Mako, de una empresa americana, es el producto dominante en la actualidad, con instalaciones en más de 28 países. Los nuevos desarrollos de sistemas de cirugía robótica van en la línea de incorporar una visión 3D inmersiva, aumentar el número de brazos robóticos, permitir más de una consola simultáneamente, integrar inteligencia artificial y posibilidad de utilizarse para más especialidades médicas.