Telemedicina para los distintos niveles asistenciales
¿Qué tipos de telemedicina podemos plantear? Esta es una pregunta que no tiene una respuesta adecuada, a pesar de lo que se pueda suponer, porque la tecnología esta adquiriendo una evolución tan rápida como la sociedad esta demandando y cada poco tiempo salen nuevos casos de uso.
No obstante, podríamos plantear tipos de telemedicina como la diagnóstica, que es aquella que sirve para analizar las pruebas diagnosticas a petición de un sanitario en base a una sospecha y emitir un diagnostico. Dentro de este modelo, podemos denotar dos áreas bien definidas. Encontramos por ejemplo el desarrollo de sistemas de cribados masivos, que pueden ser centralizados en grupos con procesos industrializados, y donde el coste y la accesibilidad de las pruebas impactan radicalmente sobre las futuras patologías. Un caso típico son los centros centralizados digitales de cribado de cáncer de mama. Y, por otra parte, existen también los comités de patologías, generalmente tumores, que pueden ser ya multi centros, pudiendo seleccionar lo mejor de cada uno de ellos, en aras de atender mejor y realizar la mejor practica clínica.
Otros tipos de telemedicina serían la Asistencial, que es aquella en la que hay una primera interacción paciente/sanitario y donde se puede establecer si existe una patología, o hay una demanda de algún servicio, y por tanto, en la que no intervienen recursos especiales; Educacional y Formativa, que es en la que se establecen sesiones de continuidad asistencial o, incluso, en la que existe un proceso educacional con respecto a la ciudadanía, como pueden ser las escuelas de diabetes que fomentan los servicios de endocrinología; y Proceso, que pueden servir para una mejora continua del proceso asistencial y/o no asistencial, pero en la que intervienen varios roles de distintos ámbitos y, por tanto, es necesaria una herramienta que permita la participación activa, rápida y eficiente de todos los actores.