Aplicaciones más representativas
Una vez planteados los escenarios posibles que tenemos, realmente nos hemos dado cuenta de que la clase sanitaria ha sido hasta la pandemia muy timorata a la hora de realizar los despliegues y, con la necesidad, se ha visto que las herramientas estaban ahí y que los procesos, estaban casi definidos. Nos ha faltado, dentro de la tragedia que ha supuesto una pandemia, ese empujón para desarrollar todas las aplicaciones posibles, ya que, aunque ya estaban siendo poco a poco desarrolladas, faltaba un catalizador que espoleara al sistema. Dentro de las aplicaciones mas notables que podemos determinar encontramos el Tele diagnostico, un proceso por el cual se realizan diagnósticos a distancia. Generalmente la mecánica es la realización de una prueba por el personal sanitario que tenga competencias pero con un menor nivel de capacitación (técnicos, auxiliares, etc.) y las pruebas se transmiten a un centro matriz que se encarga de informarlas y ponerlas a disposición de los clínicos en la historia clínica.
Este proceso tiene varias ventajas. Por una parte, permite tener especialistas en zonas remotas y/o poco atractivas para médicos especialistas que no deseen cambiar de domicilio, y gracias a este proceso, la ciudadanía de esa población tiene prácticamente las mismas facilidades que las de una capital de comunidad o una gran ciudad. Asimismo, se refuerza el networking entre los médicos peticionarios y los médicos que interpretan las pruebas, haciendo que la praxis clínica sea mas enriquecedora para ambos y, por tanto, se aporte más conocimiento a todo el sistema para atender mejor a la ciudadanía. Igualmente, se fomentan los servicios a los ciudadanos de segundas opiniones, con lo que aporta de valor añadido al servicio de un sistema de salud; se favorece la industrialización de la cadena de valor a la hora de producir los diagnósticos de las pruebas, lo que debería redundar en una mayor humanización por parte del clínico que lleva a un paciente, ya que debería disponer de mas tiempo para centrarse en la clínica y no en la recepción y/o retrasos de pruebas; y facilita la formación continua y remota, pero de calidad, para los alumnos de las escuelas y facultades de medicina y enfermería.
Como consecuencia, los casos de usos que se están desarrollando por todo el territorio nacional son muchos, y cada uno incidiendo sobre distintas áreas. Lo que antes era terreno exclusivo de la radiología digital, por la facilidad de transmisión de las imágenes, ahora llega a todos los ámbitos, desde la radiología hasta la patología digital, pasando por teleconsultas, sesiones virtuales, exposiciones de casos de significada clínica, atención domiciliaria virtual, etc.
Un caso de uso en concreto que vamos a comentar es el de la Telepresencia. Este caso de uso esta siendo desplegado actualmente en una Comunidad Automona con un grave problema de dispersión geográfica, y por tanto, las especificaciones que hemos dicho previamente se han desarrollado plenamente en este ejemplo real.
El empleo de los sistemas de Telepresencia en sanidad aporta beneficios y soluciona problemas tanto desde el punto de vista de los pacientes como del de los profesionales. Así, permiten reproducir interacciones cara a cara sin restricciones geográficas, evitando traslados de pacientes y profesionales clínicos; facilitan la comunicación entre distintos niveles asistenciales; desarrollan la atención sanitaria al paciente y las consultas entre profesionales en un entorno de movilidad; permiten una mayor cercanía entre los agentes de los procesos sanitarios y agilizan las relaciones, mejorando los mismos; repercuten en mejoras en los tiempos de atención y posibilitan ahorro económico.