La importancia de la asistencia en remoto
Hay otras tecnologías que ofrecen asistencia remota, como son la Telemedicina, que conecta profesionales y pacientes con el fin de llevar a cabo consultas, diagnósticos, tratamientos y seguimientos, permitiendo el acceso a servicios en zonas que no disponen de centros, debido a cuestiones geográficas u organizativas. Las consultas de dermatología, psiquiatría y psicología son casos de éxito. Igualmente, la Telemonitorización utiliza diferentes tecnologías para monitorizar a distancia. Por ejemplo, permite realizar un seguimiento a pacientes intervenidos para detectar infecciones mediante dispositivos, como electrocardiogramas y sensores de temperatura en tiempo real. Nuestros relojes inteligentes, que miden frecuencias cardíacas, pasos o calidad del sueño, recogen información que puede agregarse a la historia clínica y permitirnos la detección precoz de patologías como infartos.
Por último, el abaratamiento de costes y la reducción de tiempos de la secuenciación genética han posibilitado la aparición de la medicina personalizada, cuyos tratamientos individualizados permiten elevar el grado de eficiencia de los medicamentos y evitar reacciones adversas.
Existen muchos más aspectos en desarrollo, tales como la realidad aumentada y la robótica para la planificación y realización de intervenciones quirúrgicas y para la ayuda a personas con movilidad reducida. Todos ellos nos permitirán dar un salto de gigante en la calidad de vida del paciente.En definitiva, la tecnología avanza muy deprisa, ofreciendo soluciones altamente especializadas con mucha más rapidez de lo que podemos asumir. Esta realidad requiere un cambio cultural en nuestras instituciones. ¿Estamos preparados para ello?