La transformación digital ha emergido como un proceso clave para la modernización de las economías globales y España y su sistema sanitario no es la excepción. Este concepto hace referencia a la adopción de tecnologías digitales avanzadas en el ámbito de la sanidad que surgen con el objetivo de mejorar la eficiencia, la competitividad y la accesibilidad de dicho servicio público. A nivel global, la transformación digital está impulsada por la rápida evolución de tecnologías como el Internet de las Cosas en salud (IoHT), la inteligencia artificial (IA) y el Big Data, que no solo revolucionan los procesos internos de las organizaciones sanitarias, sino que también alteran la interacción entre estas y los ciudadanos.
En nuestro país, este proceso de transformación digital se está acelerando notablemente, impulsado en parte por considerarse un área de constante innovación, así como por el constante impulso dado desde el Ministerio de Sanidad en sus planes de inversión y transformación como por la diligente y eficaz ejecución por parte de los servicios regionales de salud, que han sabido identificar las necesidades de cada territorio para llevar a cabo la evolución y por tanto mejorar el servicio.
En los últimos años, el Plan España Digital 2025 es un ejemplo de las iniciativas estratégicas lanzadas por el Gobierno para fomentar la adopción tecnológica en diversos sectores. Este plan busca, entre otros objetivos, reducir la brecha digital, aumentar la competitividad empresarial a través de la digitalización y mejorar la conectividad a nivel nacional, asegurando que las infraestructuras tecnológicas de alta capacidad estén disponibles para la mayoría de la población. Además, la pandemia de Covid-19 subrayó la urgencia de este proceso, ya que muchas empresas y administraciones tuvieron que adaptarse rápidamente al teletrabajo y a los servicios digitales para poder seguir operando. Esta experiencia ha demostrado que la transformación digital no solo es una oportunidad, sino una necesidad crítica para garantizar la resiliencia económica y social, especialmente en el área de sanidad. Es precisamente en nuestro entorno, donde hubo una transformación más rápida, y donde se comprobó que todo el sistema sanitario se adaptó a la nueva situación como un solo organismo y evolucionando a modos de trabajo que solo unos meses antes, eran terreno casi exclusivo de algunas profesiones liberales. Una situación tan crítica genero una oportunidad.
Situación actual en la sanidad española
El proceso de transformación digital en España está siendo impulsado a través de diversas políticas públicas, lideradas por la Agenda España Digital 2025, que forma parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno. Este plan es clave para modernizar las infraestructuras tecnológicas sanitarias de las distintas comunidades y avanzar hacia un escenario de interoperabilidad total e incorporar áreas tan avanzadas y necesarias como la medicina personalizada.
Dentro de este ámbito, el Ministerio ha orquestado los planes de inversión en tres áreas funcionales de especial atención; estas áreas se dividen en grupos de trabajo, y a su vez en líneas de actuación. Dentro de estas áreas funcionales y sus grupos de trabajo, cada Comunidad Autónoma ha identificado sus necesidades y requerimientos donde desean incidir para potenciar dicho cambio y han apostado en esa área para el desarrollo tecnológico y eliminar sus brechas digitales.
En las líneas de trabajo se tocan todas las áreas de conocimiento actuales, donde se puede incidir en acelerar dicha transformación, lo cual, desde el punto de vista estratégico es un acierto total. Además, el Ministerio de Sanidad ha establecido un modelo de trabajo, donde las Comunidades Autónomas trabajan de manera colaborativa, siendo líderes de proyectos, participantes de dichos proyectos e interesados. Así, dependiendo de su grado de interés e implicación, todas participan, todas colaboran y todas están informadas de los trabajos realizados. Hay que destacar que este modelo de gobierno y de trabajo está movilizando a cientos de técnicos de todas las áreas de conocimiento del Ministerio y de las Comunidades Autónomas, poniendo cada uno lo mejor de cada casa.
Retos y oportunidades
El proceso de transformación digital en la sanidad española ofrece un gran potencial, pero también enfrenta importantes retos. Entre los principales desafíos destaca la brecha digital, la ciberseguridad y la adopción de dicho cambio a las nuevas tecnologías. Por otro lado, existen enormes oportunidades, como el aumento de la productividad, la creación de empleo en sectores tecnológicos y el impulso a la innovación.
En concreto, en cuanto a la brecha digital, y a pesar de los avances, sigue habiendo una notable diferencia en el acceso a tecnologías entre zonas rurales y urbanas. Asegurar una conectividad universal y equitativa es fundamental para evitar que ciertas regiones queden rezagadas, tanto para profesionales como para ciudadanos. Este es un reto que no podemos permitir que suceda en la mal llamada España vaciada.
Por lo que respecta a la capacitación digital, un porcentaje significativo de la población aún carece de competencias digitales avanzadas. Aunque España ha logrado mejorar este indicador, el objetivo es que el 80% de los ciudadanos tengan competencias digitales básicas para 2025. De nada sirve adaptar y poner al servicio de la ciudadanía servicios sanitarios avanzados de última generación si una población envejecida como la española y cuya tendencia es ir a más, sigue teniendo esta carencia.
Igualmente, para la adaptación de las instituciones sanitarias, muchos de los centros tienen dificultades para adoptar tecnologías como la inteligencia artificial o el uso secundario del dato, en parte debido a una carencia de estándares en el gobierno del dato. El índice de penetración de estas tecnologías antes de estos proyectos, era casi residual a nivel institucional.
Y para terminar, en cuanto a la ciberseguridad, a medida que más servicios y empresas migran al entorno digital, se vuelve crucial reforzar la protección ante amenazas cibernéticas, y más donde los ataques a las instituciones sanitarias van en aumento cada día.
Como conslusión, podríamos decir que la transformación digital en la sanidad española ha avanzado significativamente en los últimos años, posicionando al país como uno de los líderes en conectividad y servicios sanitarios públicos digitales en Europa. Gracias a iniciativas como la Agenda España Digital 2025 y el apoyo de los fondos europeos Next Generation EU, España ha consolidado su infraestructura tecnológica en el área de salud promoviendo su transformación digital de una manera impactante.
No obstante, a pesar de estos avances, aún persisten retos importantes como la brecha digital y la necesidad de mejorar las competencias digitales de la población y muchos de los centros sanitarios de nuestras Comunidades Autónomas. A pesar de estos desafíos, las oportunidades que trae consigo la transformación digital en el área de salud pueden, además, ser decisivas para impulsar el crecimiento y modernización de la economía española en los próximos años en toda su industria proveedora de servicios sanitarios.