El pasado 21 de noviembre, la entidad sin ánimo de lucro Fundación 2000, financiada por el grupo farmacéutico Merck, presentó en su sede madrileña su informe 'Telemedicina: bases para la futura regulación de un mercado emergente' . En él, se recogen los postulados básicos de una futura regulación en España para la práctica de la telemedicina, contemplados en la normativa sanitaria general y que precisan adaptaciones. Como afirma Carmen González Madrid, presidenta de la Fundación Salud 2000, "la ausencia de instrumentos legales específicos en España, que avalen la práctica de la telemedicina, puede constituir un lastre que frene o retrase la expansión de esta práctica en nuestro país. Por ello, resulta conveniente hacer una llamada de atención a la Administración Sanitaria para que apueste por una pronta regulación de esta actividad”. En principio, según Fernando Abellán, abogado y doctor en Medicina Legal y Forense por la UCM, "en España es necesario realizar avances en la regulación de la telemedicina que garanticen aspectos como la confidencialidad, la protección o la responsabilidad de actos médicos, para continuar extendiendo su uso a todos a todos los ámbitos sanitarios".
La aplicación de la telemedicina abarca desde la informatización de los historiales clínicos de los pacientes, las teleconsultas o el telediagnóstico, hasta las intervenciones robotizadas. Los servicios más extendidos son: telerradiología, telepatología, teledermatología, teleconsulta, televigilacia, telecirugía y teleoftalmología. Según el informe, en un futuro a medio plazo, las técnicas telemáticas en el ámbito de la salud deberían implantarse para el seguimiento a medio y largo plazo de pacientes crónicos y ancianos o la consulta entre especialistas, entre otras muchas actividades. Los dos servicios que desde la Comisión Europea se consideran más consolidados, añade el estudio, son la televigilancia y telerradiología. El primero es especialmente útil para personas que sufren enfermedades crónicas (diabetes, insuficiencia cardiaca crónica) y que necesitan una vigilancia periódica, pues les permite hacer el seguimiento desde sus propias casas, reduciendo la frecuencia de sus visitas a los centros sanitarios. Mientras, la telerradiología reduce las listas de espera, ayuda a los centros sanitarios a descongestionar el volumen de trabajo y obtienen una mayor eficiencia en la gestión de los recursos sanitarios.
Con la implantación de la telemedicina en todos los ámbitos sanitarios, en opinión de todos los ponentes del acto, se contribuye a una sanidad más sostenible y se mejora la salud de las personas. En definitiva, los expertos coinciden al concluir que la telemedicina facilita una mayor eficiencia asistencial y ahorro de costes, mientras promueve un uso racional de los recursos sanitarios y mejora el acceso a los servicios de salud en poblaciones situadas en lugares remotos.
