Con el PIB per cápita más elevado del país, una población mayor de 1,03 M (16% del censo total madrileño) y una pensión mileurista, la segunda de mayor cuantía por detrás del País Vasco, la Comunidad de Madrid se coloca como una de las regiones con mayor dinamismo. Estos buenos valores se unen a una cierta recuperación de la demanda privada (sobre todo en la capital) y a un marco de colaboración público-privada sostenible en el tiempo, que recientemente discurre encauzada en los nuevos acuerdos marco de concertación parcial o total. Según datos del censo SANImarket, se dibuja además un mapa de recursos que alcanza las 51.358 camas, repartidas en 482 centros, de los cuales 172 se sitúan en Madrid capital (19.000 camas).
Admitido el interés por la concertación pública que, aunque recortada en precio, sigue siendo atractiva para buena parte de los operadores privados, Madrid ha sido una baza a tener a cuenta en casi todas las adquisiciones planteadas y registradas en los últimos meses. Sirvan de ejemplo las tres operaciones más importantes del sector del último año: la compra de Egido por Orpea Ibérica, la entrada de la francesa Maisons de Famille en grupo Adavir o la adquisición de Geriátricos del Principado por parte Geriatros, todas ellas con repercusión directa en la Comunidad de Madrid. Por otra parte, la comunidad ha asistido además a un goteo de compras y traspasos de centros puntuales, germinados desde embargos bancarios y situaciones muy complicadas, que han evitado en la mayoría de los casos el cierre traumático de los mismos.