Alimarket Sanidad y Dependencia: Como responsable hasta 2016 del Programa de Prevención y Atención a la Cronicidad (PPAC) de Cataluña, ¿qué valoración realiza de sus resultados? ¿Ha funcionado?
Carles Blay: La valoración es globalmente buena. Las acciones efectuadas por los distintos equipos del PPAC derivan de los Planes de Salud de Cataluña 2011-2015 y 2016-2020. Las distintas evaluaciones efectuadas han sido satisfactorias. Y lo son sobre todo porque han promovido, en los profesionales y en los distintos agentes del sistema sanitario, la generación de nuevos enfoques asistenciales basados en modelos de atención integral e integrada, centrados en las personas. Son estos enfoques los que nos van a permitir afrontar con éxito los grandes retos del futuro en términos demográficos, epidemiológicos, sociales, económicos y también los tecnológicos.
A: El Gobierno de España puso en marcha en 2012 la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad en el Sistema Nacional de Salud. ¿Cómo valora los resultados de esta iniciativa cinco años después?
C.B.: Aunque con distinto nivel de penetración, la Estrategia Nacional de Cronicidad ha permitido disponer de una base dialéctica, conceptual y procedimental básica y común para el conjunto de las comunidades autónomas. A partir de ella se ha creado una conciencia compartida de la cronicidad como desafío de primera magnitud, y de las principales actuaciones que deben a llevarse a cabo. Ahora hay que perseverar en su implementación y esta debiera ser la prioridad.
A: La gran mayoría de los recursos sanitarios disponibles en España están concebidos para tratar a los pacientes agudos, pero en muchos casos se utilizan para atender a pacientes crónicos, ante la falta de centros sociosanitarios específicos para ellos. Teniendo en cuenta el creciente impacto de las patologías crónicas, ¿cómo puede la sanidad española hacer frente a este desafío?
C.B.: La mayoría de los recursos (el 75%, en números redondos) se están destinando ahora a atender problemas crónicos. El problema reside en que los enfoques asistenciales con que se usan, se basan en propuestas del pasado, fragmentadas y centradas en las enfermedades agudas. La cronicidad impone una transformación no sólo de la práctica individual de todos los profesionales (independientemente de su titulación o ámbito de trabajo), sino también de cómo se organizan los equipos en que estos profesionales trabajan y, muy especialmente, de cómo se coordinan equipos y profesionales para responder de manera colaborativa a las necesidades y prioridades de las personas. Todo ello sin olvidar la apuesta real y efectiva a favor de las estrategias de prevención, de acción comunitaria y de integración de los servicios sanitarios y sociales.
A: ¿Qué opinión le merece la actuación de las comunidades autónomas frente a la creciente cronicidad?
C.B.: En conjunto se aprecia un momento muy intenso, donde emergen por todas partes y con doble enfoque (top-down, bottom-up) multitud de propuestas de innovación y de transformación del sistema de salud. Estamos en una encrucijada muy, muy interesante donde todos debemos aprender de todos y seguir con atención las iniciativas que demuestren mejores resultados.