Alimarket Sanidad y Dependencia: ¿Cuáles son los retos que tiene por delante la ayuda a domicilio en España? ¿Y la teleasistencia?
Susana Valladolid: Los principales retos son conseguir una mejora real de la calidad asistencial que se presta a los usuarios. La realidad es que ambas prestaciones vienen gestionándose mayoritariamente desde el ámbito de la licitación pública y es precisamente en este ámbito en el que Aeste pretende desempeñar un papel clave. Por otra parte, entendemos que se trata de un sector insuficientemente reconocido y cuyo valor debe ser puesto en alza.
A: ¿Qué dificultades tienen las empresas que gestionan estos servicios?
S.V.: Los principales inconvenientes son, en primer lugar, las condiciones de acceso a la prestación del servicio. Es una realidad que la prestación de ambos es mayoritariamente pública y a través de licitaciones, cuyos pliegos, en muchas ocasiones, no sólo restringen la libre competencia, sino que, además, establecen condiciones que no permiten a las empresas poder acceder al mercado de una forma competitiva y obviando el debido reconocimiento a la calidad asistencial que, como desde Aeste reiteramos, debería ser el elemento básico de todo proceso licitador. Por otra parte, la obligación de subrogación de personal supone una dificultad añadida por las complicaciones que añade a todo el proceso.
A: ¿Cómo les ha afectado la crisis? ¿Ha mejorado la situación tras la incipiente recuperación económica?
S.V.: Como no podía ser de otra manera, la crisis ha tenido una incidencia directa en la prestación, puesto que no sólo encontramos, a fecha de hoy, personas que deberían ser usuarias de estos servicios a las que aún no se les ha podido dar acceso, sino que, a nuestro entender, las tarifas establecidas para el pago de la prestación, en ocasiones, no son ni siquiera suficientes para el pago de los salarios de los trabajadores, lo que, sin duda, se refleja en la totalidad de la regulación del sector.
A: ¿Han mejorado los plazos de pago de las administraciones?
S.V.: En general sí se ha notado una reducción significativa del periodo medio de cobro por parte de las administraciones, aunque continúa habiendo excepciones en casos de municipios concretos que aún tienen importantes dificultades de financiación o incluso de aprobación de presupuestos. Eso hace que puntualmente se produzcan demoras.
A: ¿Qué papel desempeña la tecnología en el sector?
S.V.: La tecnología es una pieza esencial en la prestación de estos servicios, sobre todo si hablamos de la teleasistencia. Con el paso del tiempo, la tecnología aplicada a este servicio pretende ser cada vez más global y dar una respuesta cada vez más eficaz a las necesidades de la diferente tipología de usuarios de este servicio. Respecto al margen de mejora, entendemos que debe ser siempre el objetivo de cualquier servicio, aunque, a tenor de lo comentado anteriormente, las reglas de juego que rigen este tipo de servicio en la actualidad, dificultan enormemente la inversión en este sentido.
A: ¿Qué nuevas tendencias detecta?
S.V.: Sin duda, lo más destacable es la necesidad de mayor especialización, la incorporación de las nuevas tecnologías en el domicilio, la incorporación de nuevos perfiles profesionales y una nueva cartera de servicios.
A: ¿Tienen futuro los servicios privados de SAD y TAD?
S.V.: Hasta ahora su peso en el sector es muy reducido frente a los contratos públicos. Nuestra visión como patronal es que, indudablemente y debido al incremento de la edad en la pirámide poblacional, el peso a nivel privado de estos servicios será cada vez mayor y, paulatinamente, irán consolidándose como alternativas previas a la necesidad de otro tipo de servicios, como pueden ser los residenciales. Se trata de servicios con un valor añadido muy elevado que deben ponerse en alza y que, hasta ahora, son grandes desconocidos, con una relevancia en el sector, en efecto, muy baja, debido, probablemente, a la ignorancia de su contenido por una gran parte de la sociedad, pero que llegarán, sin duda, a ser opciones perfectamente viables.