La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha acordado el inicio de la segunda fase de análisis de la operación de compra del negocio sanitario de la Clínica Santa Cristina, en Albacete, por parte del grupo Quirónsalud. Esta decisión supone el requerimiento por parte de Competencia de más información a distintos operadores de los mercados afectados y facilita a Quirónsalud y a otros interesados la posibilidad de presentar las alegaciones pertinentes.
Competencia estima que la adquisición por parte de Quirónsalud del negocio sanitario de la Clínica Santa Cristina, centro propiedad y hasta ahora gestionado por el Instituto Secular Obreras de la Cruz, es susceptible de tener efectos sobre la competencia en el mercado de asistencia sanitaria privada en Albacete. Quirónsalud es ya titular de un centro en la provincia, dotado con 65 camas y 5 plazas de día, y con la incorporación a su red de la Clínica Santa Cristina (42 camas), se haría con el 100% del mercado de asistencia sanitaria privada en la región, desapareciendo el único competidor con el que contaba el conglomerado hospitalario en la provincia.
En este contexto, la CNMC ha advertido el riesgo de conductas unilaterales, susceptibles de afectar a la competencia, como por ejemplo, el aumento significativo de los precios o la disminución de la calidad de los servicios. Además, las barreras legales, económicas y técnicas del sector impedirían la entrada de nuevos operadores, al menos en el corto plazo. Esta posición dominante de Quirónsalud podría afectar así al poder negociador tanto de los pacientes privados, como de aseguradoras o del propio Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.
Quirónsalud aboga por las eficiencias que generarían la concentración
En la notificación a la CNMC, llevada a cabo el pasado mes de julio, el grupo Quirónsalud alegó que la negociación de precios se lleva a cabo a nivel nacional, de manera que la concentración en una provincia no tendría que influir en este proceso. Sin embargo, Competencia estima que, incluso si la negociación de precios se lleva atendiendo a criterios nacionales, la operación podría presionar al alza estos precios por el poder de generado en provincias concretas.
Además, Quirónsalud manifestó su opinión acerca de las eficiencias que podrían general la operación, al aumentar el volumen de tratamientos y conseguir una mayor masa de clientes. Esto permitiría favorecer la calidad del servicio e introducir nuevas especialidades. Asimismo, la complementariedad entre ambos hospitales y las posibles inversiones del grupo incrementarían estas eficiencias. Por contra, la CNMC echa en falta una cuantificación y análisis de dichas eficiencias, así como un plan concreto, con calendario y objetivos, para la implementación de nuevos servicios.
Una vez finalizada esta segunda fase de análisis, la resolución final que apruebe la CNMC podrá autorizar, acordar compromisos, subordinar condiciones o prohibir la operación de concentración.
Quirónsalud, integrado desde enero de 2017, en la división hospitalaria Helios del grupo alemán Fresenius, está presente en 13 comunidades autónomas dispone de una oferta superior a 6.200 camas en más de 100 centros. En 2017, Quirónsalud cerró su último ejercicio con unos ingresos consolidados de 2.757,70 M€, con una plantilla de 35.000 trabajadores.