La contratación de servicios de ayuda a domicilio a la carta y a través de Internet es una tendencia que va a más. El progresivo envejecimiento de la población española, la demanda cada vez mayor de cuidadores por horas y la irrupción de las nuevas tecnologías han favorecido la aparición de plataformas digitales especializadas en la prestación de estos servicios. Nuevos negocios online cuya dinámica de trabajo consiste en poner en contacto a cuidadores profesionales con familias o entidades que requieren de su asistencia.
La creación de compañías digitales especializadas en servicios de ayuda a domicilio se ha acentuado en España desde finales de 2016. Desde entonces, han iniciado su actividad diferentes operadores como Cuideo, Joyners, Depencare, Qida o CuoreCare, por citar al menos cinco alternativas que ofrece el sector, sin contar otros proyectos como Supercuidadores, más centrados en aspectos formativos.
Estas empresas se caracterizan porque tienen una cuidada presencia en Internet, donde cuentan con plataformas digitales a través de las cuáles canalizan toda su actividad dentro del sector. ¿Qué singularidades tienen? ¿Por qué han empezado a operar en el sector sociosanitario? ¿Cuáles son sus objetivos?
Principales empresas de un sector en desarrollo
Cuideo es una plataforma de atención a mayores, que ofrece servicios tanto externos por horas (a la medida de los clientes) como internos durante todo el día (alternativa a una residencia). Su actividad se inició en Cataluña en marzo de 2016. Tres años más tarde, la empresa trabaja en provincias de toda España y dispone de oficinas propias en la Comunidad de Madrid, Cataluña, País Vasco y Andalucía, siendo las tres primeras las autonomías donde concentra el grueso de su actividad. En la actualidad, cuenta con unos 2.500 clientes repartidos por toda la geografía nacional.
Su modelo de negocio consiste en poner en contacto a cuidadores con familias que demandan estos servicios. Una labor de intermediación que también incluye la selección de los profesionales, un estudio de las necesidades de los clientes, la evaluación del trabajo realizado, la gestión de todos los trámites contractuales, etc. Dentro de su red dispone de cuidadores externos (la mayoría) y propios (tiene una veintena). La empresa cerró el ejercicio de 2018 con una facturación de 1,3 M€, casi tres veces más que el año anterior (500.000 €). No obstante, el volumen total de las ventas a través de su plataforma -un indicador que se conoce como 'Gross-Merchandise Value'-, teniendo en cuenta por ejemplo los salarios de los cuidadores externos, alcanzó los 5,8 M€.
Otra compañía es Joyners, cuya actividad se inició en febrero de 2016 en Barcelona. La empresa dispone de una red que agrupa a más de 1.000 profesionales, que deben acreditar una titulación dentro del ámbito sociosanitario. Su plataforma online ofrece a las familias la elección de un profesional de acuerdo a una serie de variables como su formación, el horario, etc. Joyners concentra su actividad en Barcelona, Madrid, Valencia y Zaragoza. Además, se diferencia del resto en que también tiene presencia en el exterior: comenzó a operar en Paris (Francia) el año pasado. La compañía cerró 2018 con una facturación de 1,5 M€, prácticamente el doble que el año anterior (790.000 €). Además de trabajar con familias y particulares, dispone de otra línea de trabajo con fundaciones, residencias, hospitales, aseguradoras y oenegés.
Depencare, por su parte, se constituyó a finales de 2017 e inició su actividad a comienzos de 2018. Esta plataforma cuenta con una red de más de 300 cuidadores externos, seleccionados a través de un riguroso proceso de selección. Su ámbito de actuación incluye toda España, pero el grueso de su trabajo asistencial se sitúa en Madrid, Valencia, Zaragoza, Asturias y Castilla y León.
Una de las particularidades de su negocio consiste en que si reciben una solicitud de trabajo en una provincia donde no tienen cuidadores disponibles, se encargan de buscar nuevos profesionales para que se integren en la plataforma. Su entrada en el sector, al igual que en los casos anteriores, se produjo tras detectar que el mercado demandaba la prestación de servicios de estas características, a domicilio, especializados, a la medida del cliente y contratados a través de una plataforma online.
En una línea similar, otra plataforma que inició su actividad en 2018 fue Qida, que nació como una startup con un accionariado formado por varios inversores, entre los que está el Banco Sabadell y el fondo de la Unión Europea Ship2B. Esta plataforma centra su actividad en Cataluña y dispone en la actualidad de una red de 750 cuidadores formados. De cara a los próximos meses, su planteamiento es cerrar el ejercicio con 1.500 profesionales y presencia en cuatro comunidades autónomas. Su facturación se situó en 400.000 € en 2018, una cifra que espera elevar hasta los 1,5 M€ en el presente ejercicio.
Entre otras características, Qida es una empresa social, que destaca por seleccionar y formar a los cuidadores y por elaborar un plan de seguimiento individualizado para cada uno de los usuarios a los que asisten. Entre otros acuerdos, en septiembre 2018 se asoció con el especialista en teleasistencia Tunstall-Televida, para el intercambio de servicios entre los clientes de ambas empresas; y en 2019 firmó un acuerdo con Fiatc Residencias por el que los usuarios de Qida podrán acudir de forma permanente o temporal a sus geriátricos en condiciones ventajosas.
Un quinto ejemplo es CuoreCare, una compañía constuida en Barcelona en 2016 que, además de los servicios de intermediación de cuidadores profesionales y familias, también ofrece un modelo de franquicia, para que los interesados puedan iniciar su proyecto empresarial en el ámbito de la atención domiciliaria. De hecho, recientemente ha alcanzado un acuerdo para ello con Tormo Franquicias, que será la empresa responsable del desarrollo de una red de franquiciados de su enseña 'CuoreCare' por todo el país.