En la actualidad, cerca del 27% de los centros geriátricos operativos y del 40% de los nuevos proyectos están en manos de las diferentes administraciones públicas, según se desprende del Informe 2019 de Residencias del Sector Público en España, publicado por Alimarket Sanidad y Dependencia. Además de la promoción directa, habría que tener en cuenta también la inversión bajo el modelo de concesión de obra y explotación, en el que la propiedad termina revirtiendo a largo plazo a manos públicas.
Con estos datos en la mano, es fácil concluir que el sector público es uno de los principales players en el ámbito geriátrico y que su influencia abarca no solo a la ejecución de obras, sino también a otros aspectos relacionados con licencias, concertación de plazas, etc.
El sector privado de atención a la dependencia tiene que tener casi obligatoriamente una vinculación directa con las distintas administraciones. Pero más allá, algunos gestores hacen de esta relación una parte imprescindible en su modelo de negocio. En este sentido, existen en España grandes grupos o grupos de tamaño mediano para los que la gestión de residencias públicas representa más del 80% de su negocio de explotación geriátrica. Este sería el caso, por ejemplo, de compañías como Aralia, Eulen, Gesmed o Sacyr Social, en cuyo caso, las plazas públicas representan cerca o más del 90% de su red.
Apuesta por lo público de los grandes
En esta misma estrategia de crecimiento vía gestión pública también se ha inscrito tradicionalmente el desarrollo de negocio de grandes grupos, como Clece, que gestiona más de 3.500 camas públicas, lo que representa un 70% de su cartera de gestión geriátrica. Una cifra parecida es la que se incluye en la red del líder DomusVi (cerca de 3.000 camas de administraciones), si bien, en este caso, su capacidad total, que se acerca ya a las 20.000 camas, diluye el peso de la gestión pública en su negocio hasta el 15%.
Existe además un grupo de empresas para las que el negocio público representa el 100% de su área de gestión geriátrica. De esta naturaleza son entidades como la barcelonesa Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD); Ebora Training, que opera comercialmente como Nexus Integral; o Clínica Madrid, gestora de dos centros y 283 camas públicas.
Preferencia por la promoción privada
En el otro extremo de la balanza, hay algunos gestores que, por el momento, no cuentan con presencia en la gestión de centros públicos o su presencia es muy limitada a casos puntuales.
Se trataría de grupos que han apostado tradicionalmente por la promoción y propia o por mantener la titularidad de sus centros, así como por la explotación de centros de otras entidades privadas. Este sería el caso, por ejemplo, de actores tradicionales del sector, como Ballesol, Sanitas Mayores, Caser Residencial o Grupo Los Nogales.
Mención aparte merecerían las concesiones administrativas de obra y explotación, un negocio por el que en alguna medida habrían apostado prácticamente todos los gestores, tanto en el pasado (recordemos grandes planes de inversión, como los de la Comunidad Valenciana o Madrid), como en nuestros días.