La Gerencia Regional de Salud de Castilla y León (Sacyl) anunció ayer jueves que ha propuesto a la Orden Hospitalaria San Juan de Dios el fin del convenio de vinculación del Hospital San Juan de Dios de Burgos, de 156 camas, a la red asistencial pública, ante el "deficiente cumplimiento" por parte de la entidad de dicho acuerdo, según publica el Diario de Burgos. Para contrarrestar la pérdida de estas plazas, Sacyl prevé cubrir los servicios hasta ahora prestados en el centro de la Orden atendiendo a los pacientes en el Hospital Universitario de Burgos, que podría reforzarse con el Hospital Divino Vallés. En una rueda de prensa, el gerente del Sacyl, Manuel Mitadiel, señaló que "se han hecho todos los esfuerzos para poder mantener el convenio, pero no existen perspectivas a corto o medio plazo de que la situación vaya a mejorar", en declaraciones recogidas en distintos medios. Mitadiel subrayó que el convenio implicaba el uso de 80 camas del centro, pero durante 2020 la cifra se ha visto recortada hasta las 45 e incluso, en el primer trimestre de 2021, ha sido de una media de 37. La Orden ha declinado hacer declaraciones, pero prepara un comunicado para las próximas horas.

En noviembre de 2020, la Orden Hospitalaria comunicó a la administración regional su rechazo a la renovación del contrato, que cumplía el 31 de diciembre del pasado año, al no tener "posibilidad alguna de hacer frente a los déficits económicos consolidados que se vienen dando en el Hospital San Juan de Dios de Burgos, puesto que para subsanar este desajuste económico sería necesario un incremento en la financiación del convenio especial de 1 M€ anuales" y llegó a hablar de un posible cierre del centro al final de 2020. En concreto, la entidad no lucrativa calculaba unas pérdidas de 704.947,62 € en 2019 y cercanas a 1 M€ en 2020.

Sin embargo, el 17 de diciembre de 2020, el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León aprobó conceder una aportación de 10,71 M€ al Hospital San Juan de Dios con el objetivo de prorrogar dos años el contrato de vinculación de los servicios sanitarios del centro con el Sacyl. De esta forma, el organismo ofrecía un montante idéntico y en las mismas condiciones que el contrato anterior, al mantenerse "las mismas necesidades asistenciales en el Área de Salud de León", que, además, contaba con la conformidad de la Orden, según la administración. La Junta de Castilla y León calculaba que con este contrato se podría atender a 2.900 personas al año, especialmente pacientes agudos, geriátricos y de cuidados paliativos, así como realizar 1.440 procedimientos quirúrgicos anuales (repartidos en 370 de cirugía general, 720 de traumatología, 250 de oftalmología y 100 de cirugía vascular), 3.500 procedimientos diagnósticos, 2.500 resonancias magnéticas y 1.000 TAC (Tomografía Axial Computarizada). No obstante, en ese momento se estableció un plazo de tres meses para la negociación entre las partes, que terminaron el pasado 31 de marzo sin acuerdo. 

La Orden empezó a operar en Burgos hace 65 años y, desde 1989, en colaboración con el sistema sanitario público (primero a través del Insalud y ahora del Sacyl). En diciembre de 2018, Sacyl aprobó el contrato programa para la financiación de este hospital (junto al de León) entre el 1 de enero de 2019 y el 31 de diciembre de 2020, que podría prorrogarse por otro periodo bianual. El convenio establecía la atención anual en el centro a 950 pacientes ingresados (650 geriátricos y 300 de cuidados paliativos).

Precisamente, en 2014 ya ocurrió un conflicto similar, que se solucionó en diciembre ese año con la conciliación entre la Junta de Castilla y León y la Orden Hospitalaria San Juan de Dios para la concertación de plazas. Se da la circunstancia que la entidad dejó de gestionar el 31 de diciembre de 2020 el centro sociosanitario de Almendralejo (Badajoz), tras una década al frente del complejo. Desde enero de 2021, le ha sustituido en esta labor el Grupo Ribera, que acaba de ampliar los servicios del hospital.