Tras un ejercicio 2023 en el que distintos factores condicionaron la inversión geriátrica hasta reducirla más de un 50%, según las previsiones de algunos analistas, los principales inversores especializados en el sector geriátrico han empezado a ver este año los primeros brotes verdes. Un optimismo que se apoya sobre todo en las previsiones de entidades bancarias españolas y europeas, que esperan un descenso progresivo de los intereses en la segunda mitad del año y una cierta contención en la inflación. A ello hay que sumar una idea compartida por todos: la necesidad en un futuro cercano de nuevas plazas para cubrir las necesidades de una población cada vez más envejecida.
En el Análisis de la Inversión en el Sector Geriátrico, publicado el pasado febrero por Alimarket Sanidad y Dependencia, se detallan las causas del parón de la inversión en 2023, que, según se explica en el artículo, se deberían a los dos motivos ya citados (el aumento del precio del dinero y el incremento desmedido de la inflación) y también a la situación geopolítica mundial (guerras en Ucrania y Gaza) y, como consecuencia, al incremento de los precios de los materiales, de los costes energéticos, de los suministros y, en paralelo, al aumento de los costes laborales. En esta definición de la situación coinciden las especialistas en inversión en residencias y otros centros asistenciales, preguntadas por Alimarket para este artículo, que incluye las opiniones de fuentes del grupo belga Cofinimmo; de Felipe Pérez Agustín, nuevo Asset Manager en España y Portugal de Primonial Reim; de Carlos Fernández de Araoz, consejero y socio director de la socimi Adriano Care; de Valerie Hernández Orpinell, directora de Inversión de Wellder Senior Assets (socimi participada por Renta Corporación y el fondo holandés APG); de Philip de Monie (Country Manager en España y Senior Investment Manager en Bélgica de la socimi Care Property ) y de Jorge Guarner, presidente ejecutivo de Healthcare Activos.