Si un sector se puede enorgullecer de estar a la vanguardia en la aplicación de innovaciones tecnológicas y científicas, ese es el de la salud. Podemos, incluso, afirmar que las posibilidades parecen ilimitadas, ya que en la actualidad contamos con innumerables iniciativas y tendencias de investigación en este ámbito. Desde la aplicación de tecnologías como la realidad virtual y aumentada, que permiten a los médicos una visualización más precisa durante las cirugías o mejoras en las terapias de rehabilitación, hasta la integración del Internet de las Cosas (IoT) con monitores de salud, dispositivos “wereables” y sensores; pasando, incluso, por la implementación de blockchain, para gestionar de manera segura los registros médicos electrónicos.
Sin embargo, al poner la lupa en el sector sanitario en relación con la sostenibilidad, nos encontramos con que, si bien su función es preservar y fomentar la salud, se revela como un de los principales protagonistas de la crisis climática actual. Según algunos estudios publicados en los últimos años, el sector sanitario es responsable de más del 4% de las emisiones globales netas, el equivalente a las emisiones anuales de gases de efecto invernadero de 514 centrales eléctricas de carbón. En otras palabras, si el sector de la salud fuera un país, sería el quinto emisor más grande del mundo. Obviamente, la diferencia entre regiones es notable. Entre Estados Unidos, China y Europa suman más del 50% de dichas emisiones, y en Estados Unidos, clasificado como el principal emisor global tanto en emisiones absolutas como per cápita, se registran emisiones por persona 57 veces mayores que las generadas en India.
Pero, ¿cómo es posible que contaminen tanto? Este sector participa en la emisión de gases de efecto invernadero mediante el consumo de energía (calefacción, electricidad, etc.), transporte, así como la fabricación, utilización y disposición de productos; donde, de hecho, la cadena de suministro ya representa el 75% del total de sus emisiones.
Con estos antecedentes, es necesario implementar algunos cambios para reducir la contaminación, y las oportunidades de mejora son innumerables: la eficiencia energética, el diseño sostenible en la infraestructura hospitalaria, la fabricación de dispositivos médicos responsable con el medio ambiente, la gestión sostenible de residuos y la promoción de estilos de vida saludables a través de la tecnología, son algunos ejemplos que permitirían para construir un panorama más eficiente, consciente y sostenible en el ámbito de la atención médica.
Digitalización en el sector salud
Pero, ¿cómo puede ayudar la digitalización a ser más sostenible? Los software de gestión empresarial se posicionan como pilares esenciales que no solo optimizan los procesos operativos, sino que también lideran la vanguardia hacia prácticas más sostenibles y ecológicamente conscientes. Entre otros, hay algunos componentes clave de esta convergencia como la telemedicina, las historias clínicas electrónicas o la gestión eficiente de los recursos, que, respaldados por soluciones tecnológicas avanzadas, mejoran la eficiencia en la prestación de servicios médicos y contribuyen a la reducción de la huella ambiental.
Telemedicina e historia clínica electrónica: Más allá de las barreras geográficas
La telemedicina, impulsada y soportada por sofisticados software de gestión empresarial (ERP), redefine la relación entre proveedores de atención médica y pacientes. Al superar las barreras geográficas, esta tecnología permite consultas virtuales que no solo son más convenientes en algunas situaciones, sino también más sostenibles. Los sistemas de telemedicina posibilitan la conexión directa entre médicos y pacientes, crucial en la gestión remota de enfermedades crónicas. Pero esta dimensión de la telemedicina va más allá de la mera conveniencia permitir a los pacientes monitorizar sus condiciones desde la comodidad de sus hogares, ya que también reduce la necesidad de desplazamientos frecuentes al hospital y mitiga las emisiones de carbono asociadas con el transporte. Además, estos sistemas facilitan el intercambio seguro de información médica, contribuyendo a la eficiencia operativa y mejorando la calidad de la atención.
La transición de registros médicos en papel a historias clínicas electrónicas es otra ámbito donde los ERP impactan de manera significativa. Estos software de gestión permiten la creación de un entorno digital que garantiza un acceso rápido y seguro a la información del paciente, simplifica los procesos administrativos y reduce drásticamente la utilización del papel y los desplazamientos innecesarios.
Gestión eficiente de los recursos: Una cadena de suministro más coherente
Como hemos observado, la gestión de la cadena de suministro es una preocupación destacada que requiere de optimización. Gracias a los ERP, podemos anticipar las necesidades de suministros en cada momento, facilitando la realización de pedidos al almacén de manera más coherente y eficiente. Este enfoque no solo evita desplazamientos innecesarios con la consiguiente reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, sino que también erradica la posibilidad de rupturas de stock en un área tan crucial como la atención a la salud del paciente.
En resumen, la convergencia entre tecnología y sostenibilidad, sustentada en muchos casos por los software de gestión empresarial especializados, está transformando la atención médica y allanando el camino hacia un contexto más saludable y sostenible. Estos avances no son tendencias fugaces, sino que constituyen los cimientos de una evolución necesaria en la forma en que abordamos nuestra salud y la del planeta, pues el desastre climático es una realidad y cada pequeño cambio, cuenta.
Sin duda , la aportación en el campo de la IA generativa nos ayudará a optimizar los recursos disponibles en las diferentes áreas y por supuesto en la práctica clínica donde los modelos preventivos y predictivos avanzan a un gran ritmo y serán la base de nuevos modelos de atención.