La terapia metabólica ha surgido como una revolución en los últimos años al convertirse en una de las vías de abordaje más avanzadas y esperanzadoras contra algunos tipos de cáncer, como el de próstata y diversos tumores neuroendocrinos, además de las investigaciones que hay en marcha con tumores como el de pulmón, mama, páncreas y riñón. Se trata de medicina de precisión personalizada, al ajustarse a las características moleculares de cada paciente y tipo de cáncer, lo que hace posible el diseño de tratamientos individualizados que actúan de forma selectiva y de manera menos agresiva.

En este contexto de investigación, el equipo médico valenciano Cetir Ascires, referente en medicina nuclear y diagnóstico por imagen y con más de 60 años de experiencia en el uso de radiofármacos, ha inaugurado un área destinada exclusivamente a la terapia metabólica en su clínica de Esplugues de Llobregat (Barcelona).

El tratamiento consiste en administrar al paciente un radiofármaco que se adhiere específicamente a las células cancerígenas, tanto las del tumor como las de sus posibles metástasis, y las irradia en cualquier parte del cuerpo donde se encuentren. “Esta capacidad para llegar a todas las localizaciones del tumor, incluso cuando se ha diseminado a través del torrente sanguíneo, es especialmente beneficioso en pacientes con un cáncer avanzado o metastásico, donde otras terapias pueden ser menos efectivas”, explican desde Ascires. La terapia metabólica plantea un tratamiento a partir del diagnóstico por la imagen. “Tratamos lo que vemos para conseguir una mayor eficacia y precisión terapéutica”, afirma el Dr. Eduard Riera, coordinador de Medicina Nuclear de Cetir Ascires. La teragnosis, conjunción de los términos “terapia” y “diagnóstico”, se basa en la capacidad de un mismo radiofármaco que, ligado a un isótopo emisor de fotones gamma, se utiliza con finalidad diagnóstica (estudios PET o gammagrafías), mientras que, ligado a un isótopo emisor de radiación de partículas beta, permite una finalidad terapéutica muy selectiva.

De esta manera, el abordaje que se pone al servicio del paciente oncológico es completo: diagnosticar precozmente, tanto el tumor como su extensión, con las tecnologías médicas más avanzadas (PET/RM, PET/TC); administrar la terapia metabólica para su tratamiento personalizado, y realizar un seguimiento exhaustivo, optimizando la terapia según la respuesta del paciente. Siempre de la mano del equipo multidisciplinar que integra el servicio: especialistas en medicina nuclear, radiofarmacéuticos y radiofísicos. Como explica el Dr. Riera: “Esta área de terapia metabólica ambulatoria es una de las pocas que existen en la sanidad privada, ya que tanto sus instalaciones, como la formación del equipo multidisciplinar que la integra, supone un esfuerzo extraordinario y una alta cualificación del personal”. El nuevo espacio está concebido y habilitado como una unidad asistencial terapéutica, capaz de prestar atención sanitaria para el tratamiento estándar y ensayos clínicos con radiofármacos. “Las instalaciones cuentan con dos salas de terapia, dotadas con toda la estructura de aislamiento necesaria para el tratamiento y para la gestión de todos sus residuos, garantizando así la seguridad para pacientes y profesionales”, añaden.

El equipo médico Cetir forma parte del grupo biomédico Ascires, pionero en la incorporación de avances médicos en España como la primera resonancia magnética (1983), la primera unidad de Radiofarmacia (1995), el primer PET/TC de última generación (2007) o el primer PET/RM digital (2017).