En el año 2025 se prevé que haya 8.000 M de personas en el mundo. Una población con esperanza de vida creciente y de la que el 58% se concentrará en los centros urbanos, frente al 52% que lo hacía en 2010. Esto provocará que crezca exponencialmente la demanda de medicamentos, productos de parafarmacia, material médico de distinta criticidad y alta tecnología para el sector de la salud.
En paralelo, el centro de gravedad de la economía global se está trasladando de Estados Unidos, Europa y Japón a los países emergentes. China, Brasil, Rusia, India, México o Turquía ganan peso en el sector sanitario, en el que se prevé que estos países tengan crecimientos de doble dígito durante los próximos años. En 2020, cerca de la tercera parte de los 1,6 billones de dólares que, según la consultora PwC, generará el sector sanitario en todo el mundo podría proceder de los países emergentes.
Estos y otros factores como el incremento del control de costes en los sistemas sanitarios por la coyuntura macroeconómica, la continua llegada al mercado de nuevos medicamentos, los avances en material sanitario o la constante innovación en aparatología médica, obligan al sector a replantearse cómo afrontar sus infraestructuras, sus operaciones logísticas y sus cadenas de suministro en un mundo cada vez más globalizado y con un crecimiento exponencial de ciudadanos que compran online productos para la salud, en cualquier momento, desde y hacia cualquier lugar, y con plazos de entrega cada vez más exigentes.
Cadenas de suministro más diferenciadas y transparentes
En DHL Supply Chain trabajamos con más de 40 de las mayores compañías del sector sanitario del mundo. Nuestra amplia experiencia y el continuo diálogo abierto con nuestros clientes en esta industria nos permiten confirmar que sus cadenas de suministro serán cada vez más personalizadas, complejas, con mayor valor añadido y diferenciadas, tanto por tipo de producto como por zonas geográficas de operatividad.
En este contexto, la externalización total de la cadena de suministro, algo a lo que la industria de la salud ha sido históricamente reacia, se perfila como la mejor opción. Cada vez más compañías del sector sanitario eligen el outsourcing como modelo de gestión para su logística.
Según nuestras previsiones, en 2025, la mayor parte de las compañías que trabajan en el sector sanitario tendrá una cadena de suministro externalizada, hecha a medida e incluida en una de estas cuatro categorías: medicamentos y productos muy especializados (injertos, implantes) de alto valor; fármacos de última generación y dispositivos de nueva inclusión en el mercado; medicamentos genéricos y dispositivos low-tech; y medicamentos que no requieren receta médica, productos de parafarmacia y dispositivos sanitarios de gran consumo.
La transparencia y visibilidad de una cadena de suministro son también factores clave para el éxito de la logística global de una compañía. Y esto alcanza su máxima expresión en el sector sanitario por la amplia diversidad de productos que implica y por la alta criticidad de algunos; en muchos casos, la vida de las personas depende de ellos. La seguridad de la cadena de suministro, de cara a prevenir robos y asegurar la calidad, funcionalidad y autenticidad de los productos, y su visibilidad para controlar la trazabilidad de los mismos y disminuir los costes logísticos son factores cada día más importantes en la industria de la salud.
Soluciones de principio a fin
La industria sanitaria ha de estar preparada para reaccionar y adaptarse a los nuevos requerimientos tanto del mercado como de los propios medicamentos y productos sanitarios. Y hacer frente a factores tan diversos como, por ejemplo, el almacenamiento y distribución de productos que requieren temperaturas controladas y entornos esterilizados; la gestión de paquetes combinados de diferentes tipos de productos; la posibilidad de gestionar servicios para aprovisionamiento urgente de piezas críticas en aparatología médica, etc. Hablamos, en definitiva, de un nuevo modelo de distribución, con control de la cadena de suministro de principio a fin y una enorme capacidad de adaptación.
Esta capacidad de adaptación sólo puede garantizarse con cadenas de suministro profesionalizadas, flexibles, integradas y externalizadas en manos de un Proveedor de Servicios Logísticos (3PL) global capaz de aprovechar sinergias entre diferentes áreas y dedicarlas a la optimización del almacenamiento, la administración de inventarios, la gestión de los sistemas de información, el transporte y la seguridad e integridad de la cadena de suministro en todas y cada una de sus fases.
El sector sanitario no cesa en su exploración de nuevas soluciones para la cadena de suministro y opta cada vez más por proveedores de logística externos con experiencia y un completo abanico de mejores prácticas, iniciativas probadas y éxito demostrado. En este sentido, las tendencias que ganan más adeptos son la consolidación de la carga, la optimización de la red de entrega y la distribución compartida, que proporcionan ahorros de costes de hasta el 15% y un incremento del nivel de servicio cercano al 95% en entregas correctas y a tiempo.
Claramente, la industria sanitaria ha perdido el miedo a afrontar el outsourcing de su logística y comienza a comprobar que, al dejarla en manos de profesionales, pasa de ser un problema a convertirse en una solución, además de liberarle tiempo y recursos muy valiosos que puede dedicar a potenciar sus ventas y reforzar las relaciones con sus clientes.