Alimarket Sanidad y Dependencia: Tras potenciar la red hospitalaria de agudos en años anteriores, el Govern Balear ha apostado por solventar las necesidades de los enfermos crónicos: ¿qué necesidades concretas se han detectado y qué planes están llevando a cabo?
Angélica Miguélez: Cuando el Partido Socialista llegó al Govern Balear en 2015 se encontró con que después de unos recortes muy duros por situaciones económicas e ideólogicas, no se había desarrollado el plan sociosanitario publicado en 2011. Se decidió crear una subdirección para apostar por la atención a la cronicidad y la coordinación sociosanitaria, cuya gestión asumí, incluyendo además la salud mental y las enfermedades raras. Lo primero que hicimos fue analizar la población y ver los recursos que teníamos y, a partir de ahí, planificamos, teniendo en cuenta la población que tendríamos en 2029 y 2050. Percibimos que todos los recursos sociosanitarios estaban concentrados alrededor de Palma y, sin embargo, había mucha población en la Comarca de Llevant y en la zona de Tramuntana y en las islas de Menorca, Ibiza y Formentera. donde no había ningún recurso. Intentamos calendarizar teniendo en cuenta los costes y el tiempo necesario para desarrollarlos. Con estos datos hicimos un mapa sociosanitario en el que planteamos ya hacer un gran espacio sociosanitario en el antiguo hospital Son Dureta; un hospital de atención intermedia en la Comarca de Llevant (hospital de Felanitx); incorporamos al plan el proyecto del hospital de Inca en la Comarca de Tramuntana, cuya titular es la Orden Hospitalaria San Juan de Dios, que se abre este mes de octubre; comenzamos las obras de una unidad de atención intermedia polivalente dentro del Hospital ibicenco de Can Misses, que esperamos inaugurar en 2020; y seguimos con el proyecto del hospital Verge del Toro, en Menorca.
A.S.D.: Identificados los recursos materiales necesarios: ¿qué objetivos se marcó el Plan Estratégico de Cronicidad?
A.M.: Para desarrollar el plan estratégico de la Cronicidad 2016-2021 creamos un equipo de trabajo y nos fijamos los siguientes objetivos: el primero identificar a la población crónica con un nivel de complejidad importante y una necesidad de cuidados paliativos. Así, se identifica a los pacientes como PCC (paciente crónico complejo) y PCA (paciente crónico avanzado con necesidad de cuidados paliativos), mediante alarmas visibles en las historias clínicas de todos los hospitales y en atención primaria. El segundo objetivo era mejorar la salud de las personas a través del aprendizaje entre iguales, impulsando el programa “paciente activo”. El tercer objetivo consistía en implementar el proyecto de atención a estas personas a través de la enfermera gestora de casos, una figura fundamental para transversalizar la gestión y asegurar al paciente las rutas asistenciales definidas para los pacientes PCC y PCA. La gestora de casos coordina con todos los niveles asistenciales y los servicios sociales, Está siendo una figura fundamental para empezar a identificar pacientes e impulsar sus rutas asistenciales específicas, En el caso de los PCA, los pacientes van directamente a una cama de un hospital sociosanitario, sin pasar por las urgencias ni por hospitales de agudos. El cuarto objetivo era diseñar un proyecto para atender a niños con problemas de salud crónicos complejos y avanzados. Hemos realizado un programa para faciliar la vida a los niños y a sus padres y empezaremos su implementación a final de este año. Otro de los objetivos era conseguir una coordinación eficaz entre los servicios sanitarios y sociales y para ello se creó una comisión sociosanitaria autonómica en la que están representadas todas las instituciones de servicios sociales y los hospitales de media y larga estancia, que está siendo una herramienta clave para coordinar casos de difícil resolución, porque se necesitan muchos recursos distintos. Y el último que era mantener al día la planificación y evaluar trimestralmente los recursos que necesitamos. También quiero resaltar que hay que tener en cuenta a los pacientes, a las personas. No podemos gestionar para los pacientes sin los pacientes, porque cuando un plan se hace con el consenso de la sociedad y de los profesionales, es mucho más solido.
A.S.D.: ¿Y el plan se va cumpliendo?
A.M.: Estamos muy avanzados en unas cosas y otras cuestan más. Tenemos ya un cuadro de mando que permite la evaluación continua del plan. Todavía no tenemos implementadas estas rutas asistenciales en todos los territorios, pero a medida que se vayan abriendo los nuevos hospitales se irán implementando. Desde la Subdirección presupuestamos los recursos humanos de esta legislatura, 90 personas de las que 49 son las gestoras de casos; 10 enfermeras; 11 médicos; 8 trabajadores sociales y el resto psicólogos, pediatras, psiquiatras, etc. Respecto a los recursos, ya se han realizado los planes funcionales de todos los futuros hospitales sociosanitarios y la dirección de gestión y la subdirección de infraestructuras se ha ocupado de impulsar el plan funcional, gestionando desde los concursos de obras hasta la finalización de los edificios y espacios sociosanitarios. Pero la calendarización también es muy complicada, porque depende de muchos factores. Hablamos del Plan 2016-2021, pero ya estamos pensando qué haremos a partir de 2021. Es casi imposible planificar un recurso que conlleve una gran obra y hacerlo en la misma legislatura. Trabajamos codo con codo con las personas que tienen el conocimiento porque es muy importante tomar decisiones muy meditadas y tras un buen análisis. Creo que es muy importante gestionar con evidencia y no con ocurrencia.
A.S.D.: Cuando hablamos de atención sociosanitaria no hablamos solo de mayores. ¿A qué colectivos están dirigidos los recursos?
A.M.: Los recursos sociosanitarios están adecuados a toda la atención adulta, pero no se incluye a los niños. La atención intermedia incluye convalecencia, rehabilitación, neurorrehabilitación, cuidados paliativos y ortogeriatría. Todos los nuevos hospitales sociosanitarios tienen planificado un hospital de día evaluador y terapéutico asociado, que se abrirá a la atención primaria, para poder mejorar la autonomía y la calidad de vida de personas con riesgo de empeorar su dependencia. Tenemos una verdadera obsesión por trabajar en red, de forma transversal. Cuando una persona tiene dependencia o discapacidad, no existe una línea que defina hasta aquí es salud y hasta aquí trabajo social. Los trabajadores sociales sanitarios se integran en los equipos de salud, se trabaja de una manera muy interdisciplinar, porque se entiende que cada profesional es capaz de aportar su visión y su competencia.
A.S.D.: ¿Entonces, la clave en la atención intermedia y la larga estancia está en la interacción de recursos sanitarios sociales?
A.M.: Sí, tenemos una verdadera obsesión por trabajar en red, de forma transversal. Cuando una persona tiene dependencia o discapacidad, no existe una línea que defina hasta aquí es salud y hasta aquí trabajo social. Los trabajadores sociales sanitarios se integran en los equipos de salud. Se trabaja de una manera muy interdisciplinar porque se entiende que cada profesional es capaz de aportar su visión y su competencia. Solo somos fuertes si contamos con todas las miradas de los profesionales que atienden a estas personas.
A.S.D.: ¿En qué situación está la Comunidad Balear respecto del resto de España en materia de recursos sociosanitarios? ¿Qué opinión le merece el modelo catalán?
A.M.: Creo que hemos avanzado mucho porque estábamos muy atrás. Todas las comunidades estamos en el camino, miramos en la misma dirección, pero algunas van más avanzadas y creo que podemos ir aprendiendo de ellas. Cataluña tiene un modelo muy innovador, que ha conseguido hacer interoperables a todos los sistemas de información para conseguir que todos trabajen en un plan de cuidados individualizado e integrado en hasta 17 comarcas, pero a veces hay territorios en los que tienen grandes dificultades para coordinarse con primaria. El modelo del País Vasco también ha sido muy innovador, nosotros hemos aprendido mucho de ellos. Y en Castilla y León acaban de poner en marcha un sistema de información que permite comunicar al sistema social con el sistema sanitario y eso es super innovador.
A.S.D.: ¿Y los sistemas exteriores también han servido de modelo a Baleares?
A.M.: En Reino Unido hace muchos años que habla de integrar la atención sanitaria y social del que hemos aprendido. También nos hemos fijado entre otros en los modelos PACE y KAISER de Estados Unidos. Pero son muy territoriales y no siempre se adaptan a nuestras necesidades. En el norte de Europa también hay modelos interesantes, pero con mucho más presupuesto. Al final aprendemos de todos, pero construimos según las necesidades, y con lo que tenemos.
A.S.D.: ¿Qué problemas se han encontrado para implementar el Plan de Cronicidad?
A.M.: El problema más importante es la resistencia al cambio por parte de profesionales y enfermos. Afrontar la resistencia al cambio a veces cuesta más de lo que uno se imagina. Y la otra gran dificultad es la atomización de los servicios sociales y en ocasiones los sanitarios. Esta atomización de servicios sociales en ocasiones va bien porque los acercas al territorio, pero para gestionarnos todos y comunicar a veces es muy complejo. Y la fragmentación de la sanidad es también un gran obstáculo en la atención a las personas con cronicidad, multimorbilidad y complejidad, aunque es eficiente en la atención de patologías concretas. La atención a la cronicidad asociada a la complejidad requiere una visión muy integral y social de la persona.
A.S.D.: ¿Cómo encaja la iniciativa privada en la implantación del Plan de Cronicidad?
A.M.: El problema más importante que tienen las empresas sanitarias privadas es que no están conectadas, no están en red, no pueden acceder a la historia de los pacientes y no están conectadas con los servicios sociales. Sí tenemos plazas de larga estancia concertadas con tres centros privados, además de la colaboración permanente con la Orden Hospitalaria San Juan de Dios y Cruz Roja. A nosotros la atención privada nos sirve mucho cuando tenemos un plan de gripe, cuando necesitamos cumplir lista de espera, etc., pero la atención a personas tan complejas les cuesta porque para atenderlas hay que estar conectado. Nuestra red propia de camas es mayoritariamente de media estancia, aunque hay algunas personas ocupando camas a la espera de que les adjudiquen recursos sociales.