La jornada de tarde del segundo día del Congreso Nacional Dependencia y Sanidad by Alimarket ha contado con la presencia del vicepresidente de la Fundación Vitalia, Gustavo García, quien ha analizado el modelo de las "Unidades de convivencia como base de un nuevo modelo residencial". García lo ha denominado Modelo 5.0 y ha indicado que, según su experiencia, es hacia este modelo hacia el que, según su experiencia, deberá tender el sector en los últimos años. En su ponencia y partiendo de la búsqueda de la mayor similitud con el hogar, Gustavo García ha identificado tres aspectos a tener en cuenta: las características que ha de tener el centro; los distintos impactos que el modelo puede tener en la organización y, por último, las dificultades para implantar el modelo.
Respecto a las características, García ha destacado el tamaño. Las unidades han de tener un máximo de 16 plazas, si es posible menos, y fomentar la vida hogareña a partir de espacios reducidos. "Los centros no deben estar organizados por nivel de dependencia" para no generar malas expectativas al usuario. Las unidades han de organizarse por afinidades, a partir de la diversidad. "Las unidades no deben entenderse como miniresidencias, deben ser espacios humanizados, con su propia identidad". Deben ser entornos amables, con recursos hogareños (como cocinas) y tener acceso directo al exterior, para garantizar el derecho a disfrutar del aire libre.
Sobre el impacto que las unidades de convivencia tienen en la organización, hay que destacar los nuevos roles de los trabajadores, la reducción de tiempos de traslado, etc. Las terapias potenciarán situaciones de la vida previa del usuario, evitando en lo posible las terapias tradicionales de dibujos, manualidades, etc. Según García "el cambio de modelo en Vitalia, no nos ha complicado la organización, al contrario, nos la ha facilitado. El ahorro de tiempo en traslados, por ejemplo, nos permite estar más tiempo conviviendo con los mayores, la interacción". El modelo reduce las sujecciones, mejora la convivencia y genera un clima de relax, entre otras ventajas.
Por último, Gustavo García detallaba las dificultades de implantación del modelo, entre las que destaca la necesidad de cambiar la mentalidad de trabajadores y usuarios; las obras de reforma en centros operativos, con las incomodidades que se generan temporalmente;, y la necesidad de reformar la normativa vigente, que aún no contempla este modelo asistencial.
Para finalizar, el presidente de la Fundación Vitalia ha incidido en la garantía de una rentabilida, similar a las residencias tradicionales, por la inexistencia de diferencias substanciales en el coste por plaza sobre un modelo tradicional.
También en la tarde ha participado Juan Ignacio Vela Caudevila, vicepresidente y director general en Fundación Cruz Blanca. En su ponencia "La participación y el voluntariado como herramienta de compromiso en las entidades", a través de distintos ejemplos, Vela ha destacado la importancia de la figura del voluntario, como "parte esencial en el cambio de era que vivimos". Juan Ignacio Vela remarcaba que "las entidades nos debemos a la transparencia, a que se nos conozca, se nos vea como somos, en abogar, no solo por la calidad sino también por la calidez, y en este contexto el voluntario es una pieza esencial". Según el director de la Fundación Cruz Blanca,"el voluntario no viene a quitar puestos de trabajo, el voluntario da valor a las cosas, tiene el espíritu de acompañar y ayuda a comunicar". La figura del voluntario no debe instrumentalizarse, porque perdería su esencia. Las entidades deben contar con voluntarios para desarrollar actividades afines, diferentes de las que realizan los trabajadores.
Hoy, según apunta Vela Capdevila, existen 109 M de voluntarios en el mundo, de los que un 30% está organizado en entidades. En España el volumen se reduce a unos 2,5 M de personas, si bien una buena parte tiene una larga trayectoria en el desarrollo de estas tareas. Para finalizar, Juan Ignacio Vela ha destacado la importancia de los voluntarios en un sector como la gestión geriátrica, que no tiene el reconocimiento que merece y en el que su figura incrementa la capacidad de hacer real el cuidado.
José Manuel Carballo, director de Ventas Sur de Europa del Grupo Neat, ha impartido una ponencia titulada "residencias conectadas, un nuevo modelo", donde ha mostrado un caso de éxito de su compañía, que combina la tecnología y una mejor asistencia geriátrica. La empresa ha puesto en marcha en diez centros de la Comunidad de Madrid una solución, con la más alta tecnología, para controlar mejor estos espacios y evitar que los residentes se escapen de los mismos y que el centro no lo sepa. Esta medida de control se ha completado con la conexión de la información de los diez centros, para generar datos que se alojan en la nube, se vuelcan en un data center y se pueden analizar e interpretar. De esta forma, se puede conocer el tiempo de reacción ante un problema, los resultados de las alarmas, los datos por habitaciones o centros, etc.
"La información y los datos nos permiten identificar aquellos parámetros en los que se puede mejorar. Ahora somos capaces de registrar las caídas de los usuarios. Ya es posible saber qué porcentaje de usuarios puede tener una caída, de acuerdo a perfiles. Desde Neat nos gusta pensar que, basándonos en la prevención, podremos prever qué usuarios se van a caer", ha señalado Carballo, quien ha opinado que "el tratamiento de los datos no siempre es nocivo". "Bien utilizado va a ser la tecnología disruptiva del sector".
A su juicio, la sociedad convive con todo tipo de avances en materia tecnológica o sanitaria, pero cuando se emplean términos como transformación digital muchas empresas piensan que conceptos como éste sólo se pueden desarrollar en empresas del Ibex35. Sin embargo, Carballo ha apuntado que esta digitalización también puede llegar al sector geriátrico. "Las residencias de mayores necesitan una mayor transformación digital", ha aseverado.
El CEO de Consultors Sanitaria Associats, Josep María Vía, ha hablado sobre la necesidad de integrar los cuidados de salud y sociosanitarios, en una intervención en la que ha representado a la Fundación Edad y Vida. A su juicio, hay un gran problema de coordinación de recursos asistenciales, que provoca una sensación de fragmentación. Esta situación se produce pese a que "todos hablamos de que la persona debe estar en el centro". "La administración publica no tiene más remedio que contar con la participación del sector privado", ha sostenido, recordando que el Estado tiene por delante muchos desafíos en el ámbito de los mayores, como por ejemplo el reto de conseguir que el sistema nacional público de pensiones sea sostenible.
Vía ha defendido la necesidad de impulsar la integración de los cuidados de salud y sociosanitarios para mejorar la eficiencia del sistema, en un contexto como el actual, donde las patologías más prevalentes son crónicas. "Debería haber una colaboración más intensa entre Atención Primaria, los centros sociosanitarios y la ayuda a domicilio", ha apuntado. Además, también ha destacado que las nuevas soluciones tecnológicas pueden servir de ayuda y ha mencionado que los seguros de salud "no están adaptados a la realidad". "También se deberían tener en cuenta otras cuestiones, como la cobertura en materia de dependencia".