Los gestores geriátricos y los profesionales de atención a la dependencia tienen claro que el sector ha sufrido durante estos meses un grave ataque a su imagen. Consideran que han sido tratados de manera injusta porque, desde un primer momento, reclamaron a la Administración los medios que necesitaban para hacer frente a una pandemia que se estaba cebando con un colectivo tan vulnerable como el de los mayores. No solo reclamaban medios de protección, también traslado a centros hospitalarios de pacientes contagiados, test para poder llevar a cabo una correcta sectorización y, en última instancia, la medicación que requerían para convertirse en los centros sanitarios que ahora les exigían ser.
En medio de todo esto, se desataba una tormenta mediática en la que se ponía en entredicho todo lo relacionado con el sector: el modelo asistencial, la legitimidad de la inversión privada en el cuidado de los mayores, la calidad de los servicios prestados, etc. En palabras de César Antón, director general de Sergesa Asiste, "el daño reputacional ha sido injusto, desmedido y en el momento más inoportuno" Y es que, continúa Antón "cuando más apoyo y reconocimiento necesitaba el sector, algunos medios de comunicación y, lo que es peor, algunos responsables públicos se han dedicado a su desacreditación de manera simple, gratuita y sin ningún fundamento".
También se muestra contundente Ignacio Fernández-Cid, presidente de la FED, quien asegura que "el sector no ha sufrido una crisis reputacional, lo que ha sufrido es un ataque en toda regla a su reputación". "Es axiomático que este sector está concebido para cuida a las personas, no para curarlas. Y bajo este axioma, si el patógeno se ceba con las personas mayores, los hospitales no aceptan a nuestros residentes, no nos proporcionan test, EPI ni medicación retroviral...lo acontecido pudo ser una hecatombe mucho peor, de no actuar cada centro y cada profesional con un grado de sacrificio, exigencia y compromiso incuestionable. Y esto último es necesario ponerlo en valor".
En la misma línea, Jorge Guarner, presidente ejecutivo de Healthcare Activos, considera que es importante "poner en valor al sector y que se vea que es parte de un sistema sanitario". Guarner se pregunta, en este sentido "¿se imaginan esta crisis sin el sector de las residencias? ¿qué hubiese pasado en los hospitales?"
También comparte una opinión similar Jesús Nogales, director de Operaciones de Clece, "ha sido totalmente injusta la imagen aparecida en algunos medios de comunicación sobre nuestro sector". En cuanto a los profesionales de este sector, a Nogales le gustaría que "se reconociese su labor, porque su esfuerzo, dedicación y cariño hacia nuestros mayores ha sido igual de espectacular que la respuesta del sector hospitalario y, en algunos casos, con medios precarios".
Javier Romero, director general de Emera, opina que "la imagen que se ha pretendido dar del sector nos pasará factura a corto plazo, porque se nos ha criminalizado, cunando, en realidad, hemos sido los grandes olvidados de esta crisis y se nos atacó en base a un total desconocimiento del sector". Javier Romero asegura que "llegué a escuchar noticias en medios nacionales en los que se sorprendían de que hubiera algunas residencias que no estaban medicalizadas. Pues claro que no. No somos hospitales, somos el sustitutivo de viviendas de personas que tienen necesidades asistenciales y/o de ayuda para sus actividades básicas". De cara al futuro, Javier Romero cree que "habrá que incidir en hacer un ejercicio de transparencia y un esfuerzo en dar a conocer la realidad de las residencias a toda la sociedad".
También aboga por una estrategia similar Ángel Giró, director general de Korian, quien considera que "el sector ha de esforzarse en comunicar y hacer una labor pedagógica, dirigida a la sociedad y también a las Administraciones. Lo que necesitamos ahora es que ni los medios de comunicación ni las administraciones nos pongan más palos en las ruedas",
Jorge Guarner, por su parte, apuesta por "la unión entre sindicatos y patronales, para que consigan imponer unas normas claras de obligado cumplimiento en toda España, con las que se pueda garantizar a los usuarios y sus familias la calidad de la atención".
José María Cosculluela, presidente ejecutivo de Vitalia Home, aboga también por "un pacto de todo el sector, porque la imagen de los centros residenciales nos afecta a todos. Deberíamos compartir una estrategia común en materia de comunicación para recuperar la imagen que los centros necesitan y deben tener". Esta estrategia, continúa Cosculluela "pasa necesariamente por la apertura de los centros para que la sociedad conozca la realidad y que pueda ver y constatar la calidad de los servicios y la vida que se desarrolla en ellos. Este es el mejor antídoto contra todas las falsedades que trasmiten personas interesadas en deteriorar la imagen del sector y que encuentran eco fácil en algunos medios. Es por ello que es importante que esta política de apertura de los centros incluya también a los medios de comunicación".
En la misma línea, Patxi Amutio, director general de Sanitas Mayores, opina que "debemos dar a conocer el trabajo que se realiza dentro de las residencias. Ser transparentes con la gestión, contar con herramientas que permitan a lo familiares conocer el día a día de los mayores, sin necesidad de acudir al centro. Y esto pasa por darlo a conocer, ser abiertos y proactivos". Amutio considera así que "es importante que nos abramos a la sociedad y a las comunidades en las que operamos. El trabajo en las residencias es profesional y se hace con compromiso, cariño y respecto por los mayores. Dejemos que se vea."
La patronal del Tercer Sector Lares, por su parte, cree que en su caso los pasos a seguir son obvios. Su secretario general, Juan José García, manifiesta que "mantendremos nuestra línea de cuidar con pasión y compasión, dando un trato digno a nuestros mayores, para que ellos y sus familias sientan que formamos parte de su intimidad más respetuosa".
Jesús Cubero, secretario general de la patronal AESTE, opina que "hasta el momento no hemos sabido trasladar a la sociedad la calidad con la que cuidados a los mayores en las residencias. No hemos sabido trasladar que las residencias son el hogar de las personas mayores, donde cuidamos, pero no donde curamos. La sociedad sigue pensando que en una residencia tenemos médicos e instalaciones para cualquier tipo de enfermedad". Por contra, Cubero se muestra optimista de cara al futuro y cree que "se abre una oportunidad para diseñar el sector de atención a los mayores para los próximos años y mejorar su futuro".
César Antón, por su parte, cree que es "necesario reflexionar y analizar si por parte del sector hemos hecho algo mal en este apartado de comunicación". Y en esta reflexión, Antón considera que "quizá se ponga de manifiesto la gran dispersión y diversidad del sector y que, por ello, tal vez no seamos capaces como ocurre en otros sectores de tener una línea de comunicación de lo que representa el sector para la scoiedad, lo que realmente es el servicio que se está prestando". A veces, continúa Antón "no es suficiente con hacerlo bien, también hay que contarlo. Y no me refiero a que cada uno contemos lo que hacemos, que está bien, pero quizá no seamos capaces de contar en su conjunto lo que aporta el sector".