Alimarket Sanidad y Dependencia: ¿Cuál es su valoración de la situación actual de la atención hospitalaria a las personas con trastornos de salud mental en nuestro país?
Ignacio Basurte: Aunque hemos hecho progresos considerables en los últimos años, existen aún desafíos sustanciales en el ámbito de la atención hospitalaria a las personas con trastornos de salud mental en nuestro país. En primer lugar, uno de los obstáculos principales es la insuficiencia de recursos. Pese a que la prevalencia de trastornos de salud mental es alta, la inversión en esta área sigue siendo desproporcionadamente baja comparada con otros aspectos de la atención sanitaria. Además, todavía persiste un fuerte estigma asociado a la salud mental en nuestra sociedad. Este estigma puede obstaculizar que las personas busquen ayuda cuando la necesitan, provocando a menudo un sentimiento de aislamiento e incomprensión. En tercer lugar, pese a que se han logrado avances en la integración de la salud mental en la atención de salud general, hay aún un largo camino por recorrer.
A.S.D.: ¿Cree que los hospitales de salud mental de la red pública, privada y del tercer sector responden a las necesidades de los pacientes españoles?
I.B.: Los hospitales de salud mental en España realizan un trabajo encomiable intentando satisfacer las necesidades de los pacientes. No obstante, es evidente que existen desafíos significativos que deben abordarse para mejorar la eficacia y el alcance de la atención. En primer lugar, se ha experimentado un aumento significativo en la demanda de servicios de salud mental en los últimos años, particularmente en el contexto de la pandemia de Covid-19. Esta demanda creciente supera frecuentemente la capacidad de los hospitales, lo que se traduce en tiempos de espera prolongados para el tratamiento, evidenciando una necesidad de incremento en recursos y capacidad de atención. Además, a pesar de las mejoras en la cobertura de los servicios de salud mental, aún persisten disparidades notables. Se requiere de un esfuerzo colectivo para asegurar que la atención sea equitativa y accesible para todos. Otro desafío reside en la naturaleza compleja de los trastornos de salud mental, que requieren un enfoque multidisciplinar para el tratamiento. Esto representa un obstáculo para los hospitales con recursos limitados y dificulta la implementación de un espectro de servicios integrados y personalizados para los pacientes. Finalmente, la transición entre diferentes niveles de atención (como la atención hospitalaria, ambulatoria y comunitaria) puede ser problemática. Es indispensable mejorar la coordinación y la continuidad en la atención para que los pacientes puedan transitar sin dificultades entre estos niveles, ya que esto puede impactar en su proceso de recuperación.
A.S.D.: ¿Cómo ha afectado el aumento de trastornos mentales en la población española en general y, especialmente en niños y jóvenes, tras la pandemia?
I.B.: El aumento de los trastornos mentales ha tenido un impacto profundo en la población española en general y, particularmente, en niños y jóvenes. En la población general, hemos visto un incremento en la prevalencia de trastornos como la ansiedad y la depresión, en gran parte como resultado de las tensiones y desafíos impuestos por la pandemia de Covid-19. En cuanto a los niños y jóvenes, la pandemia ha tenido un impacto particularmente duro. El cierre de escuelas y la interrupción de las rutinas habituales han llevado a un aumento de los problemas de salud mental en este grupo. La falta de interacción social, la incertidumbre sobre el futuro y la dificultad para adaptarse a los nuevos métodos de aprendizaje online han contribuido a este incremento. Además, los niños y jóvenes pueden tener dificultades para expresar y gestionar sus emociones, lo que puede hacer que sea más difícil para ellos y para los adultos que los rodean reconocer y abordar sus problemas de salud mental. En términos más amplios, el aumento de los trastornos mentales puede tener efectos a largo plazo en la productividad, la economía y la cohesión social. Los problemas de salud mental pueden dificultar la capacidad de las personas para trabajar y estudiar, lo que puede llevar a la pérdida de ingresos y oportunidades. Además, las personas con trastornos mentales a menudo se enfrentan a la estigmatización y la discriminación, lo que puede exacerbar sus problemas y dificultar su recuperación. Este aumento subraya la necesidad de un enfoque más proactivo para la salud mental, incluyendo la promoción de la salud mental, la prevención de los trastornos mentales y la provisión de servicios de salud mental accesibles y de alta calidad.
A.S.D.: ¿Qué modelo de hospital de salud mental considera hoy en día más adecuado para la atención a los pacientes?
I.B.: En mi opinión, el modelo más adecuado para un hospital de salud mental hoy en día es uno que adopte un enfoque integral y centrado en el paciente. Este modelo ideal abarcaría no solo la atención clínica directa al paciente, sino también la investigación, la formación y la innovación. Un hospital de salud mental integral no solo proporcionaría una atención de alta calidad y centrada en el paciente, sino que también estaría comprometido con la mejora continua de la atención de la salud mental en general. Esta visión de 360 grados es esencial para responder de manera efectiva a las cambiantes necesidades de los pacientes y contribuir al avance del campo de la salud mental.
A.S.D.: ¿Qué tipo de pacientes atiende y qué patologías son las más prevalentes?
I.B.: Las condiciones más comunes que tratamos incluyen: trastornos de ansiedad -incluyendo trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y trastorno de estrés postraumático (TEPT), trastornos del estado de ánimo (incluyendo depresión mayor y trastorno bipolar), trastornos psicóticos (incluyendo esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, como primeros episodios psicóticos); trastornos de alimentación (anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno por atracón, etc.), trastornos relacionados con sustancias (abarcando trastornos por uso de alcohol y drogas, así como adicciones comportamentales), trastornos de la personalidad (como el trastorno límite de la personalidad, trastorno de la personalidad evitativa, trastorno de la personalidad dependiente, entre otros) y trastornos de atención -incluyendo el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)-.Además, como parte de nuestro compromiso con la atención integral y centrada en el paciente, también proporcionamos servicios de apoyo para los familiares y cuidadores.
A.S.D.: ¿Con qué equipamiento tecnológico está dotada la clínica?
I.B.: La Clínica López Ibor ha integrado las últimas tecnologías en el ámbito de la salud mental para garantizar una atención integral y eficiente a nuestros pacientes. Entendemos que estar a la vanguardia en tecnología es fundamental para poder ofrecer la mejor asistencia posible, por lo que siempre estamos buscando formas de incorporar los avances más recientes en nuestro centro. Uno de los aspectos en los que hemos puesto especial énfasis es en la digitalización de nuestros procesos asistenciales. En este sentido, hemos implementado un sistema de información clínica electrónico totalmente integrado que facilita un acceso seguro y rápido a la información del paciente, lo que mejora la eficiencia y la coordinación de la atención. Esta digitalización no solo optimiza la gestión interna, sino que también mejora la experiencia del paciente, permitiéndole un mayor acceso y control sobre su información de salud. En cuanto a los tratamientos, contamos con una variedad de tecnologías. Desde la ya clásica Terapia Electroconvulsiva (TEC), un tratamiento altamente efectivo para ciertos trastornos psiquiátricos, a la innovadora Estimulación Magnética Transcraneal (EMTC), una técnica no invasiva que se utiliza para tratar la depresión y otros trastornos. Estos tratamientos se llevan a cabo utilizando equipos de última generación y son realizados por profesionales altamente capacitados. Finalmente, hemos establecido alianzas con otros hospitales para complementar nuestra oferta de pruebas específicas. Estas alianzas nos permiten tener acceso a tecnología y recursos adicionales cuando sea necesario, lo que garantiza que nuestros pacientes siempre reciban la atención más completa y eficaz posible.
A.S.D.: Al margen de la Clínica López Ibor, ¿qué otros proyectos tiene Orpea en el campo de la salud mental? ¿Tiene prevista la apertura de nuevos hospitales o recursos vinculados a la clínica?
I.B.: El Grupo Orpea está en constante evolución y siempre buscando formas de mejorar y expandir la atención que proporciona en el campo de la salud mental. Una de las áreas en las que estamos trabajando es la integración de las neurociencias en nuestra práctica clínica con otras especializaciones. Creemos que este enfoque interdisciplinario es fundamental para comprender y tratar los trastornos mentales de manera más efectiva. Además de la integración de las neurociencias, estamos estableciendo desafíos de colaboración con otros centros del grupo, con la finalidad de compartir conocimientos y mejorar nuestra asistencia sanitaria. Una de las áreas en las que estamos enfocando nuestros esfuerzos es la psicogeriatría y la neurorrehabilitación. Estas son áreas de la salud mental que a menudo se pasan por alto y en Orpea estamos comprometidos en proporcionar atención y recursos en estos campos. Asimismo, estamos trabajando en proyectos que permitan el crecimiento y desarrollo dentro del campo de las neurociencias. Estamos convencidos de que la inversión en investigación y desarrollo es clave para avanzar en la atención a la salud mental. En cuanto a la apertura de nuevos centros o la expansión de los recursos existentes, siempre estamos buscando oportunidades para mejorar y expandir la atención que proporcionamos. Sin embargo, cualquier decisión en este sentido se tomará teniendo en cuenta las necesidades de la comunidad y nuestro compromiso de proporcionar una atención de alta calidad.