En su afán por evitar la contaminación y evitar contagios a la hora de reponer los cartuchos en los dispensadores industriales, la división Professional de la fabricante de derivados de tisú Kimberly Clark acaba de poner en el mercado nuevos dispensadores electrónicos específicamente diseñados tanto para prevenir el contagio de los gérmenes como para ahorrar toallas y gel.
Ambos dispensadores están dotados de sensores que activan el suministro sin que sea necesario que el usuario toque el aparato. En el caso del dispensador de toallas, que puede ser regulado para que cada toalla tenga una longitud de 20, 28 o 36 cm, este mecanismo facilita el que cada usuario utilice únicamente una toalla, lo que permite ahorrar hasta un 12,5% respecto a los dispensadores en rollo tradicionales. Estos dispensadores utilizan recambios de toallas 'Kleenex' o 'Scott', con tecnología Airflex, un tejido que incorpora en su fabricación hasta un 25% menos de fibra de madera que productos de similar calidad.
Por su parte, el dispensador de jabón, que suministra una dosis de 0,65 ml de gel en espuma, aporta a cada usuario la dosis considerada óptima para el lavado de las manos . La batería del dispensador permite su utilización en más de 60.000 lavados. Este aparato utiliza cartuchos de 1.200 ml de capacidad, suficiente para 1.800 lavados, que van sellados para evitar la contaminación por parte del operador u otros agentes externos.