El mercado de productos ecológicos sigue moviéndose en sus parámetros tradicionales. Un fuerte sector primario, sobre todo en productos de origen vegetal, que destina la mayor parte de su producción a otros países europeos. En cuanto al mercado interior, que absorbe la mayor parte de la producción de origen animal (lácteos, cárnicos, huevos) sigue sin superar la barrera psicológica de los 1.000 M€. Los últimos datos del Magrama, correspondientes a 2011, sitúan el mercado en 965 M€, lo que deja al mercado en el puesto 16 del mundo en términos per cápita, con un gasto de 20 € anuales por habitante.
Una barrera, la de los 1.000 M€, que podría haberse roto ya, si se cumplen las previsiones de la consultora Everis, que calcula un crecimiento del 12% anual hasta el año 2020.
Esta aparente atonía contrasta con la evolución que está mostrando el mercado en cuanto a novedades. Como ya hemos comentado al principio de este especial, por un lado se están registrando lanzamientos de grandes operadores: desde el tomate frito ‘Orlando’ de Heinz a los cavas de Codorníu, al tiempo que bodegas como Matarromera siguen métodos de producción ecológica en un 20% de sus viñedos (el 100% en el caso de la DO Toro). En el caso de los vinos, también han lanzado novedades ecológicas Agustí Torelló y Agrícola Castellana (‘Cuatro Rayas’), mientras que en cavas se ha registrado la entradas de bodegas como Parés Balta, Unión Vinícola del Este (‘Vega Medién’) y Bodegas Gandía (‘Hoya de Cadenas’).
Nuevos operadores que se unen a otros con una gran trayectoria en el mercado, como el caso en vinos de Albet i Noya (800.000 botellas anuales de vinos ecológicos, en un 80% destinadas al exterior) o el grupo Torres.